No hay mejor manera de dar comienzo a un año nuevo que con la imagen de nuestro campo bravo y sus labores ganaderas. Es de agradecer que en estos tiempos tan convulsos aún queden románticos que apuestan por la cría del auténtico rey de la dehesa: el toro bravo. Como es el caso de Antonio Gómez, ganadero del hierro de Malpica. Que despidió 2019 herrando con el guarismo de ese año a 32 reses, entre machos y hembras. Antonio fundó su ganadería en 2015 con una punta de vacas de procedencias Domecq de las casas de Daniel Ruiz, Garcigrande o Juan Pedro Domecq. Con este hierro de la AG que acaba de ser impreso en los piales del ganado, como se observa en la foto adjunta, se han lidiado en estos últimos años varias camadas de añojos y erales en nuestra región con buenos resultados gracias a la tremenda afición y trabajo llevado a cabo por este criador de reses bravas.
