Tarde de triunfos en Fuentes de León con salida a hombros de los novilleros Ginés Marín y Juan Carlos Carballo, mientras que José Ruiz Muñoz también tocó pelo de los novillos del hierro pacense de ‘El Cahoso’.
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José Luis Venegas Regajo.-
El Corpus 2015 de Fuentes de León se caracterizará por una tarde condicionada por lo climatológico, que en un principio auguraba un sopor de calor, pero los nublados hicieron que se sobrellevaran las horas en los tendidos poblados en su mitad, tal vez como consecuencia de la hora, sujeta al ritmo que marca el deporte rey en este país.
No obstante, mereció en suma poder deleitarse con la incipiente sabiduría de tres jóvenes, cada uno con su particular andadura, a la hora de demostrar sus bondades y aspectos en los que mejorar, pero que fueron recompensados en distintos momentos por un respetable magnánimo, ávido de grandes faenas.
De este modo, el novillero Ginés Marín dejó en el ruedo parte de sus buenas maneras que le están encumbrando en una temporada de ensueño, con variedad en el capote, desde medidas chicuelinas a afarolados. Mientras, con la muleta, en su primero destacó con una tanda con las dos rodillas en tierra y estuvo firme para sacarle al novillo todo lo que tenía.
En su segundo, el oliventino se gustó con varios derechazos eternos, después de empezar por estatuarios, y aunque la faena se vino abajo poco a poco, sacó coraje para una batalla de tú a tú con el animal, que rubricó con una estocada hasta la empuñadura y un buen trago de vino, ofrecido desde el público.
En el caso de José Ruiz Muñoz, le tocó quizás el peor lote a lidiar, fastidiado por el inicio del segundo que tuvo que ser devuelto y salir el sobrero, al que paró bastante bien en los medios tras salir envalentonado. Además, en este dejó buenos detalles con ambas manos, resaltando una tanda con dos excelentes naturales. Precisamente, con este novillo se pudo ver una de las mejores estocadas en los últimos tiempos en este coso, con la que cayó fulminado a sus pies de manera limpia.
En cuanto al segundo del novillero sobrino de Curro Romero, se enfrentó al animal con más cuerpo de la tarde, y aún así puso empeño y lo toreó en algunas tandas con elegancia al natural. Aunque la contra fue un pequeño susto después de que el novillo le levantara del suelo.
Respecto a Juan Carlos Carballo, una tarde más su maestría y entrega fueron un don, tanto con el capote como con la muleta, tal es así que el repertorio fue amplio para acompasar cada uno de los tiempos. En la lidia del primero hubo instantes en los que llevó muy largo al astado, especialmente en algunos naturales, y para culminar, toreó bien metido entre los pitones, con un ritmo pausado y desplantes de torería, que remató con media estocada bien puesta.
Posteriormente, cerró el festejo con un recibimiento con una larga cambiada, tras la cual se sucedió una faena, brindada al alguacilillo Félix, donde brilló al natural y en una exquisita ligazón de pases, en la que intercaló circulares y manoletinas muy arriesgadas.
En definitiva, ha supuesto una tarde con destellos de novilleros con frescor, más que necesario en los tendidos de Fuentes de León , para una cita que también dejó en la retina la labor de los hombres de plata, singularmente en varios pares de banderillas, aplaudidos con razón.
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GALERÍA GRÁFICA (JOSÉ ANTONIO LEDESMA) |
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