Tercera conferencia Semana Taurina Pacense

Miguel Murillo une los mundos del teatro y los toros

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Juan Murillo Gómez momentos antes de comenzar su disertación. (FOTO:Pakopin)
Juan Murillo Gómez momentos antes de comenzar su disertación. (FOTO:Pakopin)

La innegable dualidad artística del teatro y los toros y su íntima conexión son retratadas por la palabra de Miguel Murillo Gómez en la Semana Taurina Pacense.

Antonio Girol.-

Continúan sucediéndose las conferencias-coloquios en la Semana Taurina Pacense. En esta ocasión el encargado de poner cultura al acento taurino ha sido Miguel Murillo Gómez, pacense de nacimiento, Director del Consorcio López de Ayala, quien subía a la tribuna para hablar de dos de sus mayores pasiones “Teatro y Toros”.

El día que Federico García Lorca, dramaturgo y aficionado, dijo aquella frase que ha pasado a los anales de la historia de que ‘La fiesta de toros es la más culta del mundo’, acertó plenamente, y a buen seguro que esta noche se habrá sentido orgulloso de la exposición que ha llevado a efecto Miguel Murillo, en la que ha ido hilando la conjunción existente entre toros y teatro, a través de los distintos autores que, apoyándose en la tauromaquia crearon sus obras maestras. Al igual que también se habrá sentido orgullos su tío, D. Juan Murillo, Vizconde de Burguillos, benefactor del museo donde se ha llevado a cabo la conferencia a través de la imponente colección que conforma la Sala Bienvenida.

A decir de Murillo Gómez, teatro y toros han sido dos artes íntimamente vinculadas desde su nacimiento, al igual que en sus Siglos de Oro o en sus épocas de crisis y polémicas. Así, por ejemplo ambas comparten raíces primigenias comunes. El teatro nace en el interior de las Iglesias, como ocurriese en Badajoz con la figura de Diego Sánchez de Badajoz, que en s.XVI representaba  funciones en diferentes capillas badajocenses. Y a la par, los toros también surgen al amparo de las Iglesias, junto a los muros de esos templos, que luego verían llegar a los cómicos para cerrar el divertimento.

De Lope de Vega a Boadella el mundo de las tablas se ha sentido taurino.

Esa vinculación también ha existido a la hora de su prohibición por el Concilio de Trento, que desplazó a los cómicos del interior de las Iglesias y provocó la bula papal que excomulgaba a aquellos que tomasen parte en la fiesta taurina.

Teatro y toros han estado unidos incluso en su construcción intelectual, ya que ambos se dividen en tres actos. En el caso del teatro con el planteamiento, nudo y desenlace; y en los toros con sus tres tercios de la lidia.

Y de Cervantes a Lorca los toros como herramienta de cultura.

Continúo Miguel Murillo su exposición refiriéndose a la innegable consonancia que en  nuestros autores teatrales han tenido el mundo de la tauromaquia. Desde los principales exponentes de la Edad de Oro, con Lope de Vega a la cabeza y las pinceladas taurinas que encontramos en obras como ‘Peribáñez y el Comendador de Ocaña’, o en ‘El Caballero de Olmedo’. Sin olvidarnos de Tirso de Molina con ‘Marta la Piadosa’ o ‘Amazonas en las Indias’.

Así como en Cervantes y su ‘Coloquio de Perros’, o Calderón de la Barca y su obra ‘El Toreador’. A través de quiénes hoy día conocemos cómo era la fiesta en los siglos en que vivieron, con la innegable carga cultural que ello conlleva.

Cultura que se ha seguido transmitiendo a través de otros dramaturgos como ha sido el caso de Miguel Hernández, Alberti con su obra La Gallarda o Federico García Lorca, tan íntimamente ligado al teatro y al toro que curiosamente fue fusilado junto a dos banderilleros. Hasta llegar a nuestros días con autores de la talla de Boadella, Fernando Arrabal, David de Sola, Aitor Mazo Francisco Nieva o Manuel Martínez Mediero, entre otros.

No quiso Miguel olvidarse de aquellos toreros dramaturgos que en la figura de Ignacio Sánchez Megías tuvieron a su más alto dignatario.

Teatro y toros, que en boca de Miguel Murillo, son dos artes capaces de trascender, de crear poética propia, lo que les hacen tener un brillo propio.