ALMENDRALEJO 2ª de Feria - Corrida de Rejones

Más arroz que pollo

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Los tres rejoneadores a hombros. (FOTO:Gallardo)
Los tres rejoneadores a hombros. (FOTO:Gallardo)

Todos a hombros en el Coso de la Piedad de Almendralejo, en un festejo en el que se han cortado siete orejas y un rabo, a pesar del poco juego del ganado.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Soto de la Fuente, desrazados y distraidos en general. 3º y 5º los dos más potables.

REJONEADORES: Fermín Bohórquez, oreja y oreja.
Diego Ventura, dos orejas y dos orejas y rabo.

Leonardo Hernández, dos orejas y oreja.

INCIDENCIAS: Menos de media plaza en tarde agradable.

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Antonio Girol.-

Resulta extraño salir de una plaza que acaban de abandonar tres rejoneadores en hombros y que la gente deambule por las aceras, camino de sus coches o de sus hogares, con gesto hierático, como con abulia.  Se supone que deberían ir felices por haber presenciado un festejo en el que se han cortado la friolera de siete orejas y un rabo. El motivo de esa dejadez lo explica el título de esta crónica. Por tanto, a buen entendedor sobran palabras…

Pero como aquí hay que narrar los hechos principalmente para los que no estuvieron, mi obligación es dar fe de lo acontecido en el ruedo. Vamos allá…y así de paso explico por qué me ha parecido que hubo mucho arroz para tan poco pollo.

Abría cartel Fermín Bohórquez, rejoneador que ha hecho de este matiz – la apertura – carrera taurina.  De salida, con Gallito, hijo de aquel fantástico Gallo que tantas tardes de gloria otorgase a Pablo Hermoso, paró al primer astado. Un animal regordío, colorado de capa, y enmorrillado, al que sujetó en el centro del ruedo a base de taparle todas las salidas posibles, ya que el de Soto de la Fuente miraba con distracción a las tablas. Colocó dos rejones de castigo y cuando el jerezano se marchó a cambiar de cabalgadura, su antagonista buscó el abrigo de los tableros.

Bohórquez adornándose en el primero de la tarde. (FOTO:Gallardo)

Salió un auxiliador a parar la huida con la mala suerte que en el segundo lance de capote tiró al toro al suelo, previa voltereta. Sonido de viento en el tendido cuando Fermín volvía montando a Brasil.

Tuvo que tirar del burel hacia el tercio porque se había aquerenciado en tablas. La tercera fue sin duda la de mejor ejecución, tras haber cambiado al toro de terrenos. Así lo entendió también el público que aplaudió con más brío. Sacó entonces a Melero, uno de sus caballos estrella, tordo rodado, del hierro de su casa, que tiene la particularidad de ser muy expresivo, con el que colocó un par a dos manos dando los pechos. Y acto seguido un par de cortas antes de irse a por el rejón de muerte que colocó trasero. Primera oreja de la tarde.

Al cuarto lo paró con Rubia, una yegua de capa perla, por cuyas venas corre las tres sangres. En esta ocasión sólo colocó un rejón de castigo. Al igual que sus hermanos el astado también deambulaba por el ruedo distraído, dando arreones cuando notaban el hierro en sus carnes.

El tercio de banderillas lo inició con Bohemio, castaño, lusitano. Caballo poderoso y de mucha expresión, con el colocó tres banderillas sin mucho ajuste. Volvió a recurrir a Melero para clavar a dos manos. Tras el adorno de las cortas dejó un rejonazo en la paletilla que incomprensiblemente fue aplaudido y lo que es más grave dado por bueno a la hora de concederle otra oreja, que sumada a la anterior le abrían la Puerta Grande.

Diego: Retorno a las Puertas Grandes.-

El sevillano de adopción y luso de nacimiento Diego Ventura ha sido el triunfador numérico del festejo, al llevarse cuatro orejas y un rabo.

A su primero, un toro castaño, menos metido en kilos que su antecesor, le costó fijarlo de salida montando a Clarín, perla, cuarto de milla, con el que se dobló hasta conseguir que el animal se fijase en la cabalgadura y dejase de mirar a tablas.  Tras un primer rejón, y aunque portaba un segundo hierro, declinó ejecutar la suerte y pidió el cambio.

Diego Ventura yendo al toro para clavar una banderilla. (FOTO:Gallardo)

El castaño Nazarí fue el equino elegido para iniciar el tercio de banderillas. Tiene este caballo la particularidad de que anda muy bien de costado, y es muy templado, y así lo llevó cosido al estribo antes de clavar batiendo al pitón contrario tragándole mucho al toro.  Lo que hizo que el público se pusiese en pie. Me atrevería a decir que fue lo mejor de toda la tarde.

Después vendría Morante, un caballo que tiene la particularidad de morder los pitones de los toros cuando éstos han perdido fuelle.

Un número más propio del circo que de una plaza de toros. Es más, no acabo de entender cómo siendo un equino tan tremendista le bautizaron con un nombre tan poco acorde con esa especialidad tan jaleada por el público, a la par que irrespetuosa por otra parte.

Con Califa, un caballo muy seguro en el último tercio, puso tres cortas e hizo el teléfono. Hubo de observar el rejoneador que no había calentado lo suficiente al público que pidió dos cortas más, que clavó a dos manos. Ante semejante alarde y viendo que al toro le restaba un suspiro para echarse tomó raudo el rejón de muerte y lo mató a la primera, sumando así su primer par de orejas de la tarde.

Bobito se llamaba el quinto.

Y a pesar del nombre fue el menos de sus hermanos. Tuvo más motor. Lo paró Diego con Triana templando bien la embestida y encelando al astado, tras dos rejones, con la banderola; para dejarlo en su punto de cara al segundo tercio.

Sacó de primeras a Sueste, un caballo nuevo que ha estado rodando en su temporada americana y que tiene la particularidad de ir muy de frente al cite, dejándose ver mucho. Falló en las dos primeras batidas saliéndose de la suerte, perdonable siendo un caballo tan nuevo. Y además que en la segunda banderilla expuso templando una barbaridad, lo que demuestra que será un caballo importante en la cuadra de Ventura. Con Revuelo, de gran elasticidad, practicó las piruetas a la salida de los pares. Y con Califa volvió a adornarse en las cortas, llegando incluso a colocar un sombrero en la testuz del toro, en una estampa entre cómica y patética. Pero parece ser que estas cosas hacen gracia o gustan…vaya usted a saber.

Tras este alarde clavó el rejón, aunque ya se sabe que en estos festejos la ubicación es lo de menos. La muerte de la res fue fulminante, con vómito incluido, y la grada solicitó las dos orejas que el Presidente no dudó un instante en conceder.

Leonardo da la réplica.

Leonardo completaba cartel y también completó salida a hombros. Su primero fue un toro difícil de ver. De inicio pecó del mismo síntoma que sus hermanos. Es decir, salirse suelto, mirar a tablas y pegar arreones. Así discurrió el primer tercio, en el que colocó un único rejón a lomos de Espartaco.

Tiró de Verdi, un caballo espectacular, muy valiente y en el que confía ciegamente el extremeño. De costado llevó encelado al toro por todo el redondel. Tras dejarlo en suerte, muy cortito, falló al clavar. Volvió a intentarlo dejando más distancia y esta vez sí hizo diana pero dejando el palo muy trasero.

A raíz de ahí el toro cambió su compartimento pasando de reservón a atacante, y se dio la circunstancia de que descolocó al rejoneador con ese giro insospechado.

Trincherazo a caballo de Leonardo Hernández. (FOTO:Gallardo)

Rehecho, puso una gran banderilla, de dentro afuera, esperando la arrancada del animal, batiendo al pitón contrario, que sin duda fue la más pura y mejor de toda la tarde.

Viendo que su antagonista tenía acometida suficiente, buscó en Charope el equino ideal para intentar aprovechar ese brío. Dejándose ver, bailando en el centro del ruedo al son de ‘Eduardo Gómez Gallo’, el pasodoble que interpretaba la banda, colocó un par a dos manos, seguido de tres cortas.

Volvió a cambiar de caballo. Y para matar usó a Humorista. Tras el rejón y el golpe de verduguillo le fueron concedidas dos orejas.

Final fallido.

Al sexto lo paró en círculos con Cairel, un ejemplar lusitano, de pelo bayo claro. Arrancó el tercio de banderillas a lomos de Templario. Pero con el que estuvo acertado en las batidas fue con Duque, un caballo llamado a decir grandes cosas en esto del rejoneo. Tras esos pares iniciales tiró de experiencia con OH-31, caballo que debe su nombre a un fado, y que como el cante portugués templa perfectamente resultando dulce a la vez que comprometido. Clavó dos farpas llevando siempre la cara de frente al toro.

Al igual que en el anterior volvió a usar a Charope para las cortas  y optó por Humorista para el rejón de muerte. Pinchó hasta tres veces para luego dejar un rejón caído. Era de esperar también que cayese la oreja, y cayó.


AL QUITE



GALERÍA GRÁFICA de GALLARDO

Fermín calentando a su cabalgadura. Una auténtica postal taurina.

El calentamiento en el parque es digno de ser visto.

Pocas plazas cuentan con un entorno más idílico.

Suerte para todos...

Bohórquez girando con 'Gallito'.

La espectacular levantada de 'Bohemio'. El par más característico de Fermín: a dos manos. 'Melero' dando los pechos al ir a matar.
La primera oreja de la tarde. Diego dispuesto a clavar un rejón de castigo.

'Nazarí' cosiendo al toro a su estribo para llevarlo toreado.

Un número más propio del circo que de la seriedad del toreo. Diego Ventura esperando a que el toro se eche. Máximos trofeos en su vuelta al viejo continente.
Leonardo con 'Verdi' templando la acometida del tercero. Yendo al pitón contrario con 'Duque'. Cortas al violín a lomos de 'Charope'.
Desplante ante la cara del toro. Leonardo con su doble premio.

OTRAS IMÁGENES. FOTOS: GALLARDO.

El coso de la Piedad, uno de los más repujados de la región. Moreno, del Puerta Grande, con su hija Lucía. Valencianos amantes del toro y el caballo.

La madre, la novia y unas amigas de Diego Ventura, a ver a su torero.

Marisa, buena aficionada almendralejense.

Cantero, otro buen aficionado que no se pierde una cita.

María Palacios, enamorada de la fiesta y de Juan.

El empresario Pepe Cutiño disfrutando con el espectáculo. Ahora que hay Autovía de Fuente de Cantos a Almendralejo se llega en ná.
La mirada de un albino. La niña del sol naciente, al sol de poniente. Hay días que uno lo ve todo amarillo.
Juan Barco, en una semana estará inaugurando su plaza. Más que medios son un cuarto, ¿dónde estaba el resto? Y otros días en que todo se ve negro...
Un nuevo número circense. Ya es primavera...¡fuera medias! Cada espectáculo tiene su público.
Juan Carlos alejado de la taquilla por un rato. ¿Se puede? Viva los toros que es la fiesta de las mujeres guapas.