CABEZA LA VACA - Corrida de feria

Éxito en el ruedo y en los tendidos

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Triunfal salida en hombros en la feria de Cabeza la Vaca. (FOTO: Gallardo)
Triunfal salida en hombros en la feria de Cabeza la Vaca. (FOTO: Gallardo)

Antonio Ferrera corta cuatro orejas en su actuación en Cabeza la Vaca y es acompañado en la salida en hombros junto a Andrés Romero y Alfonso Oliva Soto que pasearon dos trofeos respectivamente. (GALERÍA GRÁFICA EN EL INTERIOR)

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Peñajara, de correcta presentanción a excepción del primero y juego desigual. Destacó el cuarto de nombre ‘Platillero’ que fue paseado por las mulas al arrastre.

ESPADAS:
-Andrés Romero (rejoneador), dos orejas del sobrero.
-Antonio Ferrera (azul rey y oro), dos orejas y dos orejas.
-Oliva Soto (obispo y oro), ovación y dos orejas.
 
INCIDENCIAS: Casi lleno en tarde de temperatura agradable. El primer toro sufrió un colapso durante la lidia y hubo de ser apuntillado. Se lidió el sobrero en sexto lugar. Actuó de sobresaliente Enrique Martínez ‘Chapurra’ e hizo un quite en el cuarto.
 

Triunfal salida en hombros en la feria de Cabeza la Vaca. (FOTO: Gallardo)

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OPINIÓN: El teatro de los sueños, José L. Venegas Regajo
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LAS OTRAS IMÁGENES de Gallardo

Antonio Girol.-

Dice un refrán que los que mal empieza, bien acaba. Y nunca mejor dicho si lo aplicamos a lo vivido en la tarde del sábado en Cabeza la Vaca, ya que el inicio del festejo estuvo marcado por la fatalidad de ver cómo el primer astado caía fulminado tras recibir el segundo rejón de castigo que le administraba Andrés Romero a lomos de ‘Perseo’, ante el asombro general de propios y extraños; sin embargo dos horas más tarde nadie recordaba el percance inicial y sí los templados naturales de Antonio Ferrera en el cuarto o la despaciosidad de los muletazos que Oliva Soto enjaretase al quinto, junto con las batidas al pitón contrario de los caballos  ‘Cantú’ y ‘Guajiro’  del rejoneador onubense.

Había acudido el público al reclamo del cartel que la empresa Toros de Buendía había montado para las fiestas de San Benito, los tendidos del centenario coso cabezalavaqueño se cubrieron en su casi totalidad de un público deseoso de ver toros en directo, pero sobre todo de ver a Antonio Ferrera, torero al que en esta localidad se le tiene un verdadera devoción  y se le quiere de manera muy especial por haber dado sus primeros pasos en la profesión en este ruedo.

Por eso, el hecho de verle vestido de luces en el año en que conmemora los quince de alternativa tuvo la emotividad del ovacionado recibimiento al partir plaza en el paseíllo.

Aspecto que presentaban las gradas de sol. La sombra llena por completo. (FOTO: Gallardo)

En primer lugar le tocó en suerte un toro burraco, que ya de inicio evidenció sus pocas fuerzas al quedarse muy corto en el saludo de capote.  Tras los tres pares de banderillas que levantaron al público de sus asientos brindó Antonio al respetable y dio comienzo a una faena en la que puso todos sus conocimientos del temple al servicio de la lidia a base de aguantar a un animal que nunca venía entregado en los engaños y que le medía constantemente, sobre todo por la media embestida que proporcionaba al tomar los vuelos de la muleta que le ofrecía el de Villafranco. Muy por encima de su oponente construyó una faena que concitó la atención del público, muy entregado en todo momento a todo cuanto hacía el extremeño en la cara del animal. Lo mató de entera y paseó las dos primeras orejas de la tarde.

El cuarto tenía otra condición. Más alegre de salida que sus hermanos fue recibido a la verónica por Ferrera, que le llevó hasta el mismo centro del ruedo lanceándole para luego rematar con una media. Bien picado por Dionisio Grilo, el toro llegó con muchos pies al tercio de banderillas con el que Antonio una vez más enloqueció a los tendidos teniendo que poner un cuarto par ante la aclamación popular.

Tras un emotivo brindis a José María Pérez, santo y seña de afición local, hincó las rodillas en el suelo y llevó toreado al de Peñajara hasta el platillo de la plaza formando un auténtico lío, para posteriormente dar una gran serie en redondo a pesar de que el astado protestaba los inicios de muletazos.

Antonio Ferrera al natural en Cabeza la Vaca. (FOTO:Gallardo)

Sin embargo, con paciencia, dando los tiempos y las distancias necesarias, fue corrigiéndole el defecto hasta conseguir una faena que llevó el delirio a las gradas sobre todo por el pitón izquierdo, por el que la res se desplazaba con más recorrido, rebosándose en los vuelos, y permitiendo que Ferrera ligase las series al natural con largura y despaciosidad. Cuando el toro se fue apagando enhebró dos circulares invertidos antesala de la estocada, que fue defectuosa de ejecución lo que hizo que el premio se quedase en solo dos orejas, porque de lo contrario el rabo hubiese también terminado en sus manos. Al animal, de nombre Platillero, se le concedió la vuelta al ruedo.

No había tenido suerte Oliva Soto en su primero, un toro de pelo castaño, muy bonito de hechuras, pero hueco de raza y fuerzas, al que saludó a la verónica flexionando la rodilla y quitó por tafalleras rematadas con una revolera invertida.

Colocó Manolo Contreras dos grandes pares de banderillas, sobre todo el segundo, en el que tuvo que aguantar una barbaridad, y fue ovacionado hasta el punto de tener que saludar montera en mano.  Acto seguido su matador inició el trasteo de muleta doblándose con el toro para luego intentar torear en redondo ante las escasas, por no decir nulas, acometidas del animal que se apagó rápidamente haciendo imposible que las ganas y la predisposición que se aventuraban en el torero de Camas pudiesen tener recompensa.  Mató de estocada entera tras pinchar y tuvo que salir a saludar una cerrada ovación.

En el quinto se pudo quitar la espina. Tras brindar a una aficionada y sin más probaturas se echó la muleta a la derecha y comenzó a enjaretar derechazos en redondo que consiguieron el efecto esperado de llegar a los tendidos de manera directa y electrizante formando un auténtico alboroto de olés.  Si bueno fueron estos no menos resultaron los naturales que le siguieron.  Con los hombros relajados, encajado, gustándose y sintiéndose torero fue desgranando pases en una faena muy bien estructurada tanto por uno como por otro pitón.

Al natural, encajado, Oliva Soto en el quinto. (FOTO: Gallardo)

Epilogó su obra con una serie de ayudados por alto y por bajo con los que colocó al toro en suerte. Pinchó de primeras para después dejar una estocada entera. Le fueron pedidas con fuerza las dos orejas que paseó feliz.

Al haber quedado inédito el rejoneador onubense en el toro que le había correspondido en lidia ordinaria quiso la empresa que a la finalización del festejo saliese el sobrero que había dispuesto para rejones.

Andrés Romero a lomos de 'Guajiro' batiendo al pitón contrario. (FOTO:Gallardo)

Al cual paró Andrés Romero en círculos a lomos de Inquieto, un ejemplar anglo-luso de capa perla, con el que colocó un único rejón de castigo. En el tercio de banderillas apostó por sus dos caballos estrellas.

En primer lugar con Cantú, un ejemplar albino de mucha expresión con el que colocó tres palos yendo siempre al pitón contrario, y luego con el castaño Guajiro, con el que buscó el aplauso a base de desplantes al tendido, demostrando que ha pasado con éxito el primer curso de la Universidad de Diego Ventura. Cerró su actuación con Bambú, con el que puso tres cortas y una rosa, y mató de certero rejón.

 

Y para que la fiesta fuese completa se le premió con las dos orejas que le permitían abandonar la plaza en hombros junto a sus dos compañeros de cartel entre la ovación de un público orgulloso de acudir un año más a su plaza a honrar la memoria y la historia de un pueblo, Cabeza la Vaca, que ante todo y sobre todo es aficionado a los toros y se siente orgulloso de ello.


OPINIÓN

El teatro de los sueños

José Luis Venegas Regajo.-

Aficionados aplaudiendo a Antonio Ferrera. (FOTO: Gallardo)

Ni que decir tiene que da por llamar ‘el teatro de los sueños’ a un estadio de fútbol, concretamente Old Trafford, en el que juega el histórico equipo del Manchester United, huelgan las explicaciones. No obstante, y que me perdonen la osadía, llevando la terminología a lo acontecido taurinamente en este pueblo, se ha comprobado una tarde más la magia envolvente en este coso con la inspiración en instantes marcados por la terna, especialmente Antonio Ferrera en el cuarto de la tarde.

 

La genialidad apareció y dio sus frutos con largos pases de vértigo, sin fin, por momentos, y en otros, el cuerpo enroscado y componiendo una única figura con el animal, tanto Ferrera y Oliva Soto, como Andrés Romero gustándose con la res pegada a la grupa.

Esta tarde en Cabeza la Vaca, el corazón le ganó la batalla a la razón y el aficionado se queda con las series que fueron ante todo ligazón. Sin duda alguna y a pesar de la coyuntura, el sueño y la ilusión con el toreo, como en los momentos que da el fútbol, se han sobrepuesto por unas horas a la crisis en la que nos hallamos, todo ello con un aficionado de aquí y de allá, que engrandece estas tardes de pura verdad, al tiempo que se unen los esfuerzos de empresarios por no perder las tradiciones.


GALERÍA GRÁFICA (GALLARDO)

Antonio Ferrera.

Oliva Soto.

Paseíllo.

Andrés Romero.

Andrés Romero con el primero.

Andres Romero.

Antonio Ferrera. Antonio Ferrera. Antonio Ferrera.
Antonio Ferrera. Antonio Ferrera.

Antonio Ferrera.

Antonio Ferrera. Antonio Ferrera. Antonio Ferrera.
Antonio Ferrera. Antonio Ferrera con su más ferviente admiradora. Oliva Soto.
Oliva Soto. Oliva Soto. Oliva Soto.
Oliva Soto. Oliva Soto. Oliva Soto.

Oliva Soto.

Oliva Soto.

Andrés Romero con el sobrero.

Andrés Romero. Andrés Romero. Andrés Romero.
Todos a hombros.

GALERÍA DE CUADRILLAS (GALLARDO)

Manolo Contreras. Juan Manuel Raya. Francisco Javier Andana.

Momento de apuro de Francisco Javier Andana.

OTRAS IMÁGENES (GALLARDO)

El torilero de punta en blanco. El ganadero pendiente de la evolución de sus toros. Antonio radiando para el Carrusel Taurino junto a los de su peña.
Enrique y Aurelio Domínguez, los mejores aficionados de Valencia

Lola y Maribel aplaudiendo desde el tendido a Antonio Ferrer

Sacando los pies del plato...

Álvaro heredando de su padre la afición a los toros

Antonio brindando a José María Pérez, santo y seña de la afición local. Con un equipo médico así da gusto hasta ponerse malo.

El veterinario Manuel Pérez y su compañera.

Vuelta lenta para el cuarto de la tarde.

María orgullosa de ver a su sobrina en el ruedo.

Alfonso Oliva Soto brindando el quinto a dos guapísimas aficionadas.

Luis dedicando una poesía a Oliva.

Si está usted interesado en algunas de las fotografías de estas galerías no dude en ponerse en contacto con nuestro fotógrafo a través del mail gallardo@badajoztaurina.com