OLIVENZA - Tercera de abono

Uno bajo cero

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Talavante con guantes en el callejón muestra la que fue la tónica del festejo. (FOTO: Gallardo)
Talavante con guantes en el callejón muestra la que fue la tónica del festejo. (FOTO: Gallardo)

Tarde gélida en todo los sentidos. Una única oreja cortada por Alejandro Talavante en el sexto es el paupérrimo balance de la última de la feria de Olivenza. Una corrida en la que los toros de Zalduendo fueron protestados de salida y pitados al arrastre.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Zalduendo protestados de salida y pitados al arrastre por su pésimo juego. Y un sobrero de Garcigrande corrido en cuarto lugar, mejor presentado y soso en su embestida.

ESPADAS:

-Morante de la Puebla (caña y oro), silencio y silencio.
-José María Manzanares (turquesa y oro), silencio y ovación con saludo.
-Alejandro Talavante (blanco y oro), ovación con saludo y oreja.

INCIDENCIAS: Lleno en tarde de temperatura fría. Saludaron en banderillas Juan José Trujillo y Luis Blázquez. PESOS: 435, 488, 482, 435 (534), 438 y 465


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Antonio Girol.-

Volvió a llenarse el coso oliventino por la tarde, como ayer sábado. Prueba irrefutable desde el punto de vista objetivo de que la afición acude al reclamo que ofrece la empresa. Por ahí nada que objetar. Por eso da pena que dado el esfuerzo que hacen los aficionados al pasar por taquilla en época poco halagüeña para contribuir con su granito de arena a engrandecer una feria que es todo un lujo para Extremadura por el lugar en que pone a nuestra tierra en el mapa taurino mundial, tengan que tragarse el bochornoso espectáculo de la corrida que Fernando Domecq envió desde ‘Moheda de Zalduendo’.

Estoy convencido de que el primer interesado en que sus reses embistan y ofrezcan facilidades de triunfos a los toreros es el ganadero. Que seguro que pone todo su tino en intentar buscar aquellos sementales y vacas acordes para que le den un buen producto aunque a veces esa alquimia escape al control del criador y dé como resultado los toros que hoy hemos tenido que soportar – porque esa es la palabra adecuada – en la plaza de Olivenza. Pero sí pueden y deben, unos y otros, buscar intangibles que sí son capaces de controlar como es el caso de la presentación del ganado. Morante persiguiendo al que devolvieron por manso. (FOTO:Gallardo)

Afrenta que haya habido por la mañana utreros con más cuajo y kilos que algunos de los cuatreños de por la tarde. A los que sus caras tapaban la falta de remate, aun más evidenciada al salir en cuarto lugar un sobrero del hierro de Garcigrande con presentación similar a la corrida de ayer, que sí tuvo el trapío que la categoría de esta feria merece. De ahí que sea normal que haya habido aficionados que pitasen incluso las tablillas antes de que saliesen los astados por los chiqueros. Ojalá que en ferias futuras se corrija al menos este aspecto ya que el otro, el de la bravura y la raza, habrá que dejarlo más al albur de mejor fortuna en los cruces.

Se marchó Morante de Olivenza sin dejar para el recuerdo más que breves pinceladas con el sobrero. A ninguno de los tres toros que tuvo que parar les pudo lancear de salida con esas verónicas por las que migran de plaza en plaza muchos seguidores del torero de La Puebla. Solo en el quite que hizo al cuarto bis pudo esbozarse una media de trazo suave. El resto, la nada.


Casi nada hay que recordar de sus dos faenas de muleta más allá de la voluntad que puso en ellas



Más de lo mismo se puede decir de José María Manzanares


Como casi nada hay que recordar de sus dos faenas de muleta más allá de la voluntad que puso en ellas para no marcharse inédito de la feria. Mejor con el sobrero que con el primero, al que no podía bajar la mano so pena de que el animal perdiese las suyas. En la del Garcigrande hubo algún pasaje meritorio. Especialmente cuando se dobló con él para buscarle los costados tras un derrote del toro a la altura del mentón.

Más de lo mismo se puede decir de José María Manzanares que se pasó toda la lidia del segundo de la tarde corriendo tras el toro cada vez que éste se marchaba al abrigo de las tablas. Hecho que ya evidenció tras un par de banderillas. Solo logró extraerle una serie en redondo al llevarle muy tapado, pero al mínimo resquicio que tuvo volvió a cantar la gallina yéndose de nuevo al terreno donde se mostraba cómodo.

Con el otro al menos pudo componer algo más la figura, eso sí siempre a media alturita porque en cuanto obligaba un poco el animal perdía las manos. Mejor con la zocata consiguiendo por ese pitón algunos pasajes meritorios al natural.  Volvió a porfiar por el derecho logrado tras varios intentos extraer dos tandas ligadas antes de marcharse por la espada. Volvió a demostrar, como en el anterior, que sigue teniendo en perfecto estado de revista el punto de mira al dejar otra estocada entera. En este caso precisó de usar el descabello. Fue ovacionado.

Talavante iniciando la faena de su primero. (FOTO: Gallardo)

Talavante ha salvado los pocos muebles que le quedaban a una tarde fría que conforme avanzaba en el reloj se iba convirtiendo en más desangelada. Tanto con el tercero como con el sexto se mostró muy voluntarioso y decidido. A su primero lo recibió de muleta con estatuarios y tuvo que tirar de la res a base de aguantar el mucho genio que tenía, estando muy firme en todo momento sobre todo al natural. Puso al público en pie con el arrimón final.  Pinchó de inicio y luego dejó media tendida que fue suficiente. Salió al tercio a saludar la ovación que le tributó el público.

Exigía el sexto dado el genio, que no bravura, que desarrolló a lo largo de la faena. Toro con motor y embestida un tanto descompuesta que repetía queriendo coger los trastos y encontró a un torero en su plena madurez que supo aguantarle y llevarle siempre cosido a su muleta especialmente por el pitón diestro.

Epilogó por manoletinas y se tiró con ganas pero pinchó en la suerte natural, para luego dejar una estocada entera que unido al esfuerzo que había llevado a cabo durante la faena le valió una oreja.

La única que se cortaba en un festejo que dejó en los aficionados un sabor agridulce, y que ateridos de frío se marcharon del coso oliventino en busca de la calefacción de los coches que les devolviesen a sus hogares hasta una nueva ocasión de ver toros en directo.


GALERÍA GRÁFICA (GALLARDO)

Paseíllo.

Morante de la Puebla.

Morante de la Puebla.

Morante de la Puebla.

Morante de la Puebla.

José María Manzanares.

José María Manzanares. José María Manzanares. José María Manzanares.
Alejandro Talavante. Alejandro Talavante.

Alejandro Talavante.

Alejandro Talavante. Alejandro Talavante. Morante de la Puebla.
Morante de la Puebla. Morante de la Puebla. Morante de la Puebla.
José María Manzanares. Alejandro Talavante. José María Manzanares.

GALERÍA DE CUADRILLAS (GALLARDO)

Juan José Trujillo. Curro Javier. Fernando J. Plaza.
El Lili Juan José Trujillo.