BADAJOZ - 2ª de abono

Marca Extremadura

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Tomás Campos y Miguel Ángel Perera salen a hombros de la plaza de Badajoz tras cortar dos respectivamente. Sus compañeros Morante de la Puebla y ‘El Juli’ pinchan faenas de puerta grande.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Garcigrande y Domingo Hernández (4º y 5º), desiguales de presentación y juego. Ovacionado en el arrastre, primero, quinto y séptimo.

ESPADAS:

Morante de la Puebla ( botella y oro), ovación y oreja.
Julián López ‘El Juli’ (tabaco y oro), oreja y ovación.

Miguel Ángel Perera (verde hoja y oro), ovación y dos orejas con petición de rabo.
-Tomás Campos (espuma de mar y oro) dos orejas y ovación.

INCIDENCIAS: Tomás Campos fue investido matador de toros al cederle Morante la lidia de ‘Pícaro’, nº 99, de 505 kilos, del hierro de Garcigrande. Tarde con temperatura agradable. Dos tercios de entrada.

Ceremonia de alternativa de Tomás Campos (FOTO: Gallardo)

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Antonio Girol.-

Si España ha creado su propia marca para potenciar y mejorar la imagen del país, la marca extremeña sin lugar a dudas es la tauromaquia. Y muy especialmente la pacense. Hoy mismo lo hemos vivido en el ruedo de la primera plaza de la provincia. Dos toreros de la tierra,  ambos nacidos en poblaciones de Badajoz, han vuelto a demostrar que la tauromaquia se escribe con las letras que componen la palabra Extremadura.

Y a esa marca se ha sumado esta tarde un nuevo diestro. Tomás Campos, de Llerena, ha visto como su nombre queda ligado para siempre a la feria de San Juan al haber tomado galón de matador en el ruedo en el que hicieses sus primeros garabatos taurinos. El mismo albero en el que fue soñando faenas mientras aprendía las lecciones que recibía de una Escuela Taurina que más que escuela ya ha alcanzado el grado de universidad.

De los ocho toros que hoy se han lidiado, el más bonito de hechuras ha sido ‘Pícaro’. El reseñado para la ceremonia de alternativa. Cortesía del padrino y los testigos que como es tradición cedieron al neófito. El único problema que tiene este tipo de favor es que en un encierro tan desigual como el lidiado hoy en Badajoz, a la fuerza el más feo tiene que entrar en el mismo lote. Y así ha ocurrido con el mulo que salió en octavo lugar.

Con ambos se ha visto a un Tomás Campos hecho, suficientemente cuajado, para dar tan importante paso en su carrera. Con la bandera de la pureza que enarbola cada tarde ha dejado patente que puede ser un puntal importante sobre el que descanse el peso de esta fiesta.  Ha tenido mucha importancia todo lo que ha hecho durante su actuación. Sin temblarle el pulso ni la responsabilidad del acontecimiento o de verse anunciado con tres figurones del toreo.

A pesar de molestarle el aire con rachas que luego a lo largo de la tarde se fueron marchando con viento fresco, nunca mejor dicho por lo agradable de la temperatura que se ha registrado en la plaza, al toro de la ceremonia lo supo entender a la perfección. Se percató rápidamente que el animal requería una lidia suave, y así se la enjaretó con el diapasón del temple como denominador común de una faena en la que destacaron por encima de todo los naturales con los que fue hilvanando la faena. Mató bien y le fueron concedidas las dos orejas de su antagonista.

En cualquier orden de la vida las hechuras son el toque de todo. Y en los toros aún más si cabe. El último tenía hechuras, sí pero de percherón. Además tenía muy malas ideas y fue desarrollando peligro conforme fue avanzando la lidia. Puso a prueba la valía del joven toricantano. Después de haberle tragado mucho le atacó y consiguió sacarle una muy meritoria serie por la derecha. Y ahí se acabó todo ya que no permitió nada más. Abrevió el torero, en buena lid, y tras picharlo de inicio agarró una estocada que precisó de un golpe de cruceta.


«Va por vosotros cuatro, por permitir que hoy viva el día más feliz de mi vida», palabras de Tomás Campos en el brindis de su alternativa.


El otro gran triunfador del festejo ha sido Miguel Ángel Perera que ha dejado patente el gran momento en el que se encuentra. Especialmente con el séptimo, ya que en su primero, el más terciado del encierro, poco pudo hacer más que intentar cuidarlo en vano porque perdía las manos al final de cada serie. Pero con su segundo se desquitó. Dio inicio a su faena con un pase cambiado por la espalda. Es verdad que no es ninguna novedad en su tauromaquia como lo es también su innata capacidad para pulsear las embestidas.  Bien estructurada en su cabeza fue dando al astado las dosis que necesitaba en cada momento. Al mucho motor que éste tenía le recetó unas tandas de derechazos en los que embarcaba las embestidas adelantado la muleta para llevar al toro en largo, vaciando el pase por detrás de la cadera.

Conforme fue consumiéndose el carbón de ‘Furioso’, que así se llamaba la res, él también fue achicando el tiro del fuelle de su muleta para terminar metido en esos terrenos en los que tan a gusto se encuentra y que tanto entusiasman a los aficionados. Sobre todo cuando roza con sus muslos los pitones del burel.  Mató de estocada entera y le fue pedido el rabo, que el presidente no concedió.

Si feo fue el octavo, no le fue a la zaga el segundo. Toro que por algún defecto físico, puede que alguna antigua lesión en el hocico, llevaba siempre la cabeza alta como queriendo coger aire para aguantar la exigencia de la lidia. Anduvo Morante con él muy esforzado. Adjetivo que en torero de su categoría y personalidad es casi una injuria. Se lo agradeció el público ovacionándole cuando acabó con la existencia de ‘Hablador’

Luego vino el toreo a cámara lenta. Eso llegaría en el quinto. Faena capaz de ser inmortalizada con las cámaras de los móviles. Y con esto queda todo dicho. Lo saludó con cadencia. Quitó al astado del peto con un ramillete de verónicas que abrocho con una media que detuvo el curso del tiempo.


«…En esta ocasión primó una concepción más renacentista de interpretar la tauromaquia. En la que destacaron los naturales eternos de ejecución y perdurabilidad…»


A diferencia de otras veces no hubo tanto barroquismo en su toreo. En esta ocasión primó una concepción más renacentista de interpretar la tauromaquia. En la que destacaron los naturales eternos de ejecución y perdurabilidad. Dignos de haber sido inmortalizados por cualquier pintor del Cinquecento por su naturalidad y clasicismo. Morante, una vez más hacía comulgar a toda la plaza con su particular forma de interpretar aquello que en sus muñecas alcanza la categoría de arte. Lástima que pinchase y de esta forma perdiese la segunda oreja.

 

Solo la mala suerte de la colocación de la espada privó a ‘El Juli’, al igual que a Morante, de haberse ido en hombros. Producto de esa raza que le ha llevado a ser el que tira del carro de este tiempo,  Julián salió espoleado desde el primer minuto. Prueba de ello es que no permitió a Diego Ortíz casi que picara al que le correspondió en suerte. Lo dejó muy crudo. Como le gusta dejarse los toros para luego ahormarlos con su poderosa muleta, pero resultó que el de Garcigrande tenía mucha guasa. Expresión que usan los taurinos para referirse al toro que no se deja ganar fácil la pelea. Y en cuanto le atacaba su lidiador se alborotaba con lo que  tuvo el madrileño que sacar su látigo para domeñarle. Como el astado no andaba sobrado de fuerzas en alguna ocasión perdió las manos producto de la exigencia a la que era sometido. Mató trasero y tuvo que hacer uso del descabello, que no fue reparo para pasear  un apéndice.

También tuvo su lidia el sexto. Y nuevamente tuvo Julián que imponer su ley con la muleta para corregir el molesto calamocheo. A base de consentirle en los primeros pases para luego apretarle fue domando la embestida, que conforme avanzó la faena fue pasando de entera a  media. Como con su anterior antagonista, a base de maestría ganó la pelea. Y otra vez la espada, en esta ocasión al hacer guardia, además de un pinchazo posterior, desparramó cualquier posibilidad de premio. Haciendo que el propietario de El Freixo tuviese que conformarse con saludar una cariñosa ovación.

GALERÍA GRÁFICA (GALLARDO)

Tomás Campos 'Pícaro', el toro de la ceremonia. Tomás Campos
Ceremonia de alternativa Tomás Campos Tomás Campos
Tomás Campos Tomás Campos Tomás Campos
Tomás Campos Morante de la Puebla Morante de la Puebla
El Juli El Juli El Juli
Miguel Ángel Perera Miguel Ángel Perera Miguel Ángel Perera
Morante de la Puebla Morante de la Puebla Morante de la Puebla
Morante de la Puebla Morante de la Puebla El Juli
El Juli Miguel Ángel Perera Miguel Ángel Perera
Miguel Ángel Perera Tomás Campos Tomás Campos
Marca Extremadura


GALERÍA DE CUADRILLAS (GALLARDO)

Los manueles liando a su torero Manuel Larios Víctor García López
Juan Sierra Álvaro Montes Manuel Larios
Manuel Izquierdo

OTRAS IMÁGENES (GALLARDO)

Brindis de alternativa Que no falte el amarillo...que está de moda Llegado desde las praderas del medio oeste
Vaya noche que me han dado los nietos... Calderón, ¿habrá traído desde Dallas al toro anterior? El otro Gallardo
Guiños al sol Gordillo y Lola haciendo un selfie Paco Guerra, Javier Ambel y esposa, y Cuecas.
Morena de verde luna, aunque vaya de naranja clementina Aurelio Rapado y María Luisa Cancho Juan Barco y esposa

Una plaza con muy pocas luces...

 

Brindis de Campos a Rivera Ordóñez

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