La verdadera bravura se demuestra sin querencias. De ahí que ganaderos con amor por el caballo y el toro como Diego García de la Peña elijan este método para probar a sus reses, como es el caso del ganadero almendralejense con las de encaste jandilla que cría en su finca Casas de Marco, del término de Malpartida de Plasencia. Para ello se nutrió de un buen puñado de amigos garrochistas que disfrutaron haciendo gala de su destreza con el palo, a los que acompañaron un grupo de alumnos de la Escuela que se encargaron de rematar la faena con sus capotes y muletas.
La Escuela en lo de Diego Gª de la Peña