CONDE DE LA CORTE - Ganadería de bravo

Filosofía de vida

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La legendaria ganadería del Conde de la Corte asoma a Badajoz Taurina a través de la amplia entrevista que hemos realizado con su propietario, Luis Guillermo López Olea, y el reportaje fotográfico, de nuestro compañero Gallardo, que acompaña a estas letras.

Antonio Girol.-

La sangre que ese visionario que fue Fernando Parladé crease a través de lo que comprase Eduardo Ybarra a Dolores Monge, viuda de Murube, y que luego, la privilegiada cabeza de ese soñador que fue Ramón Mora Figueroa, modelase; terminó en las de un romántico como Don Agustín Mendoza Montero, VI Conde de la Corte, que la engrandeció hasta límites insospechados, y a base de llevar a cabo una selección magistral e imprimirle  el carácter necesario, hizo de su vacada el manantial de bravura que inundó toda la cabaña brava europea y americana.

Hoy, es su sobrino Luis Guillermo López Olea el que cuida, y mima, el legado de la pureza de la sangre Vistahermosa-Tamarón, que cada tarde entrega, en la arena, el cáliz histórico de una bravura que de generación en generación ha creado un mito: El del toro del Conde de la Corte.

Blasón dinástico que adorna las paredes del cortijo. (FOTO: Gallardo)

Un animal bello, noble, con un estilo y una morfología que lo diferencia de cualquier otro, haciéndole depositario de unos caracteres inconfundibles: animales bajos, finos de cabos, armónicos, badanudos, muy bien armados…que en la plaza es abanto de salida,  bravo en el caballo, alegre en banderillas y definido en su nobleza y en su galope, descolgado al embestir y con tranco y rectitud en la muleta. Toro que embiste de forma brava, a golpe de riñón y no con las manos o el tercio delantero.

Característico toro condeso. (FOTO: Gallardo)

Hemos querido acercarnos hasta ‘Los Bolsicos’, en el término municipal de Jerez de los Caballeros, cuna del Temple, y en este caso del temple de unos toros dinásticos, nobles como pocos, tanto en el campo como en la plaza, para que ustedes conozcan mejor una ganadería que no necesitan más presentación que la de su legendario hierro de la O coronada y su divisa verde, encarnada y oro.

Pero nadie mejor que Luis Guillermo para adentrarnos en el mito, para llevarnos a lomos de su palabra por lo que supone ser el legatario de una divisa única y mostrarnos el gran tesoro de su casa: ¡el toro bravo!

Arranquemos este reportaje, desde dos vertientes, rememorando los inicios, el génesis de esta ganadería a través de la siguiente entrevista, y del  reportaje fotográfico de nuestro compañero Gallardo. Ambos trabajos son comunicantes, de tal forma que sin uno, no se entiende el otro. Esperamos que los disfruten…

– Luis Guillermo, vayámonos al génesis, a cuando su tío, Don Agustín Mendoza, compra en 1920, la ganadería de la Marquesa de Tamarón. Respecto a esa adquisición hay una historia curiosa que habla de la amistad y la camaradería que existían entre El Conde y Pepe Ladrón de Guevara, un trasportista íntimo amigo suyo, que a mí me encantaría que usted contase para los lectores de Badajoz Taurina.

– La verdad es que es una anécdota simpática. Resulta que había una diferencia entre los hijos de la Marquesa y mi tío, que era de céntimos, sobre unos veinte o veinticinco céntimos, no sabría decirte la cantidad exacta, en el precio de cada cabeza de ganado. Pero claro, hay que ponerse en la tesitura de que estamos hablando de 1920 y de céntimos por cada vaca, donde los céntimos tenían un valor mayor al de hoy día.  Entonces mi tío no se pone de acuerdo con los vendedores y enfadado se vuelve a Sevilla, a pasar la noche, desde Vejer de la Frontera,  lugar al que había acudido a cerrar el trato.

Luis Guillermo López Olea durante la entrevista con Antonio Girol. (FOTO: Gallardo)

Y por la noche se ve que debió recapacitar y a la mañana siguiente se acerca a las cocheras que tenía su amigo Pepe Ladrón de Guevara y le dice: “mira Pepe, podríamos volver hablar con estos señores para ver cómo arreglamos lo de la ganadería y demás”. A lo que Pepe le contestó: “¿sabes una cosa? Que yo me he puesto en contacto con estos señores y la ganadería se vendió ayer”. Y cuál fue la sorpresa de mi tío cuando supo que la ganadería se la había comprado su amigo Pepe la noche anterior .

– Llega por tanto la ganadería a Los Bolsicos y de Alpargatero, aquel famoso toro que fijó los caracteres más importantes de la ganadería de Tamarón, lidiado en Madrid cuatro años antes de la transacción, llegan dos hijos suyos: Valeroso y Cazador, que siembran de bravo la fiesta. Dos toros, sin embargo, distintos, porque si bien el primero era más bajo y armado en delantero, el segundo, aunque también bajo era más armado.

– Dos hijos, cierto, aunque vinieron algunos más pero había dudas de que fuesen hijos de aquel famoso ‘Alpargatero’. Aunque luego se vio que sí, que aquellos otros también eran hijos suyos. Pero lo importante de los dos toros no era su aspecto externo, si no lo que levantaron…

«…lo importante de los dos toros no era su aspecto externo, si no lo que levantaron…»


– Dice usted “lo que levantaron”, ¿podemos decir que continúan levantando? ¿Siguen siendo manantial de bravura en esta casa?

– Eso está claro. Siguen saliendo, y siguen saliendo tanto de una línea como de la otra. Mismamente, el pasado año uno de los toros más bravos que se ha lidiado era muy en la línea de ‘Valeroso’.

– Para saber lo que  fue esta sangre en el toro del siglo XX no hay más que observar que en 11 años, los que van de 1922 a 1933, un total de 25 toros salieron de esta casa, bien para refrescar, o bien para formar nuevas vacadas.  Pero este hecho también tenía su trampa, y Don Agustín se dio cuenta de que siempre se llevaban toros de una misma línea.

– Esto es una anécdota que ocurrió con Juan Pedro Domecq y Díez, que siendo muy jovencito, tras un tentadero se empeñó en llevarse un becerro que no había sido gran cosa en ese tentadero. Y al preguntarle mi tío el porqué de esa decisión, le contestó que no solamente se llevaba ese, sino que el próximo año vendría por un hermano. Y ese comentario fue el que hizo que mi tío empezase a sospechar que estaba pasando algo. Recapacitó y se dio cuenta de que Ramón Mora sabía tanto de la ganadería como él, y los ganaderos que venían asesorados por Ramón se llevaban siempre simiente de una misma línea de sangre. De ahí viene lo de los cambios de nombre, y toda aquella historia para que perdiesen un poco el norte de por dónde iba la ganadería.

– De esta ganadería se han formado otras que durante el último siglo han sido la base del toreo moderno, como son los casos de Juan Pedro y Atanasio y todo lo que de ellas se ha formado después. Podríamos decir que el 80% de la cabaña brava es sangre Conde de la Corte. Imagino que le ha debido doler especialmente la situación que se ha vivido últimamente con la ganadería de Atanasio, ¿verdad?.


«…no quiero ni imaginar lo que eso tiene que suponer para un ganadero, de sentirse abandonado por la Administración y por las modas…»


– Me ha dolido, sí es cierto. En primer lugar por ser puro de aquí. Y luego como aficionado porque hemos perdido una gran base de la bravura. Los tiempos modernos nos llevan a ciertas situaciones que no son agradables para nadie y ahora mismo estamos atravesando una época complicada; y como se suele decir se juntan el hambre con las ganas de comer, y se toman ciertas decisiones que son muy dolorosas, como esta de mandar una ganadería al matadero. La verdad es que no quiero ni imaginar lo que eso tiene que suponer para un ganadero, de sentirse abandonado por la Administración y por las modas que cambian y hacen que nos olvidemos de las trayectorias históricas de las ganaderías.

– Pero eso es algo que hay que intentar corregir, no podemos quedarnos impasibles…

– Con estas ganaderías históricas hay que tener una sensibilidad especial, es cierto. Pero, ¿a quién le pides esa sensibilidad? El empresario va a ganar dinero, el torero a triunfar, y sálvese quien pueda… Tenemos ahora la experiencia de lo de Atanasio, luego lo de Vega-Villar. Coquilla está a punto de…Por tanto, como nosotros, y me refiero a los aficionados, a los que sentimos la fiesta, no nos hagamos cargo de que estas sangres pueden desaparecer de la cabaña de bravo esto va a ser muy complicado. ¿Y al final qué va a pasar? ¿Dejamos esto en manos de cuatro recién llegados? Aquí debemos hacer una profunda reflexión y tratar de poner todos de nuestra parte para que estas ganaderías históricas tengan un seguimiento y una posibilidad de subsistir.

– Madrid es muy importante a la hora de que estos hierros, como es su caso, vuelvan a coger vuelo. Ese fue el caso por ejemplo de su ganadería con el toro ‘Nochetriste’.

– Hombre, aquí influye mucho la suerte. Si ese toro no se hubiese lidiado en esa plaza, no habría tenido la repercusión que tuvo. Además, ‘Nochetriste’, que se lidió en 1991 por Víctor Mendes – un año no especialmente exitoso para los ganaderos- se llevó todos los premios en liza. Y esa circunstancia, unida a que el hierro volvía a Las Ventas después de muchos años sin lidiar allí, y con un ganadero nuevo al frente de ella, también influyó a la hora de darle repercusión. A ‘Nochetriste’ le han sucedido otros buenos ejemplares como: ‘Picoalto’, lidiado por Esplá en 1997, cortándole una oreja. O los casos de ‘Vinoso’ en 2001. ‘León’, en 2002. ‘Director’ y ‘Nochenieve’, en San Isidro de 2004, u ‘Ojogallo’, en 2005.

– Le leí en una entrevista que el hecho de que su ganadería no la quisieran las figuras era un problema de usted, de no haber sabido vender su producto. ¿Por qué cree que es así?

– Hombre, el que tiene que animar a las figuras para que toreen mis toros soy yo. Yo soy el que tiene que decirles cómo embiste mi toro, cómo hay que hacerles las cosas. Este animal no es como otro cualquiera. Cada día estoy más convencido de que los ganaderos hemos sido muy reservados. Hemos pecado de no tener nuestras puertas abiertas para que la gente viera qué animal estábamos criando. Las invitaciones a los tentaderos eran muy puntuales. Y eso, va en detrimento de las ganaderías. El ganadero tiene que saber qué está buscando, pero también tiene que saber comunicar qué está buscando. Y eso en lo que tú crees, has de venderlo. Porque el tema de la bravura es algo muy espiritual. A lo mejor lo que yo estimo como bravo, para ti no es tan bravo, y así multitud de cosas que hay que saber enseñarlas.

El ganadero tiene que saber qué está buscando, pero también tiene que saber comunicar qué está buscando. Y eso en lo que tú crees


– ¿Cómo es el toro de El Conde de la Corte visto a través de los ojos de su creador?

– El toro mío es un toro que de principio hay que torearlo en línea y empujarlo para delante de cara a que aprenda a embestir. Ese esfuerzo inicial luego él te lo va a devolver. Y ahora mismo, con las circunstancias y con la forma en que está el toreo, todos queremos empezar a torear desde el principio cargándonos el toro a la cadera. A los condesos hay que empezarlo a llevar para que luego, cuando ya el público esté metido, eso venga arriba. Entonces es cuando el toro te va a dar todo lo bueno que lleva dentro.

– ¿Asusta su toro?

– El toro del Conde no se ha comido nunca a nadie. Eso es tan cierto como revisar las estadísticas. Yo entiendo que asuste por lo que tiene por delante, y que cree dudas de saber si va a entrar, o no en la muleta. Pero te repito que ni se ha comido nunca a nadie, ni creo que se los vaya a comer, porque es un toro muy noble.

– Entonces podemos decir que falta divulgación tanto de cara al público como de los toreros que deberían preocuparse en conocer cómo embiste cada toro, más allá del encaste Domecq.


«…la ganadería que yo llevo ahora no es la ganadería que llevaba mi padre, ni la que llevó mi tío. Y aún creyendo los tres en lo mismo, cada uno tiene su personalidad, y ahí es donde está lo bonito de esto…»


– Antes el torero vivía más en el campo de lo que lo hace ahora, y entonces conocía más al toro. Y antes, también, las figuras mataban más encastes y sabían cómo embestían esos toros. E incluso dentro de un mismo encaste, hay ganaderías que se van distanciando unas de otras, es lo que siempre se ha dicho, que el toro se parece al ganadero, que le va dando su personalidad, su impronta.  Yo lo digo muchas veces, la ganadería que yo llevo ahora no es la ganadería que llevaba mi padre, ni la que llevó mi tío. Y aún creyendo los tres en lo mismo, cada uno tiene su personalidad, y ahí es donde está lo bonito de esto.

– ¿Por qué le cuesta a la ganadería más histórica de cuantas pastan en nuestra región, como es su caso, acartelarse en las ferias de la provincia? ¿Le duele esa situación?

– Claro que me duele. Esto ahora mismo, tal y como está, es sólo para las masas, y las masas se rigen por lo que suena y sale a diario en televisión. Y si tú no tienes un cierto marketing y el torero no te demanda, a ti no te llaman. Pero ya se dijo aquello de que nadie es profeta en su tierra, me tendré que contentar con este dicho…

– Esto podríamos aplicarlo aún mejor a Jerez de los Caballeros, donde está esta ganadería afincada, y que celebra sus festejos taurinos sin mirar a Los Bolsicos, o mirándolo poco y a veces mal como ocurrió con aquella novillada de hace dos temporadas.

Bajo el cobijo del cortijo de 'Los Bolsicos' se desarrolló la entrevista. (FOTO: Gallardo)

– La afición de Jerez tampoco la pide. Y si no hay presión suficiente para que la empresa de turno nos lleve, poco más podemos hacer. Los empresarios, ya lo he dicho antes, están aquí para ganar dinero y cada día estoy más convencido de que no sienten la fiesta. Si sintiesen la fiesta otro gallo nos cantaría. Hombre, hay excepciones, pero la inmensa mayoría no sienten la fiesta, sólo sienten el negocio.

– Si alguno de los aficionados de los primeros albores del siglo XX levantase la cabeza y viesen que aquellos míticos toros del Conde de la Corte están hoy lidiándose para rejones, se volverían a morir del susto, ¿no cree?

– Pues sí. Pero yo tengo que vender mi ganado y si me lo demandan para rejones…no me queda otra. Así está la situación y yo tengo que defenderla para que esto no desaparezca. La verdad es que duele mucho.

– Yo soy de la opinión de que si esto de la bravura se diese en otro país de Europa o en Estados Unidos no se estarían dando estas situaciones como la de Atanasio, Vega-Villar, o el caso que estamos hablando de que los toros de su casa estén siendo embarcados para corridas de rejones.

– Cierto. Si esta situación se viviera en otro país seguro que no estaría ocurriendo lo que está pasando. Pero estamos donde estamos…Y no sólo respecto a las ganaderías, sino de la fiesta en sí, que estaría mucho más protegida. Ahora que tanto se está hablando del pase a Cultura, esto es el chocolate del loro, al final nos van a seguir ayudando lo mismo: ¡nada! La Administración no te ayuda nada. Muchos intentos, mucha propaganda, pero efectivo, ¡nada! Aquí, o nos ayudamos nosotros por medio de unirnos todos: aficionados, toreros, ganaderos, incluso los empresarios que se deben olvidar un poquito de la cartera y mirar más en lo que sienten ellos como aficionados, porque sino qué hacen aquí, si están sólo pensando en ganar dinero han escogido el camino equivocado. Aquí hay que tener mucho sentimiento para estar. Esto es una filosofía de vida, y así ha de serlo para todos.

«…Aquí, o nos ayudamos nosotros por medio de unirnos todos: aficionados, toreros, ganaderos, incluso los empresarios que se deben olvidar un poquito de la cartera y mirar más en lo que sienten ellos como aficionados, porque sino qué hacen aquí, porque si están sólo en ganar dinero han escogido el camino equivocado…»


– ¿De cuantas corridas estamos hablando para la temporada de 2011?

De 6 corridas de toros. Gracias a Dios hemos conseguido regular la ganadería.

– ¿Sabe dónde van?

– Un de ellas sí, además de que tenía muchas ganas de cerrarla, y es Madrid, a donde volveré esta temporada próxima. Luego hay otra para una plaza de tercera, que aún no sé cuál será, y que se llevará mi amigo Juan Carlos de Padua. Probablemente hagamos algo con Matilla, que me ha llamado. Lo que pasa es que es muy temprano todavía para concretar sitios o fechas. Y luego, no negaré que me haría ilusión que algunos de la zona se acuerde de nosotros y nos lidia algo, aunque sea una novilladita.

– Muchas gracias Luis Guillermo, ojalá que todas esas corridas embistan y especialmente esa de Madrid que tanta fe le tiene puesta, y que a buen seguro, todos los lectores de Badajoz Taurina estarán muy atentos cuando llegue la hora de lidiarse.

– Pues sí, ojalá esa corrida saque lo que espero de ella y podamos disfrutar. Gracias a vosotros por venir hasta esta casa.

CONDE DE LA CORTE, HERENCIA DE BRAVURA. FOTOS: GALLARDO

Dos hierros y una misma sangre: ¡Conde de la Corte! Que desde 1920 pastan en la dehesa 'Los Bolsicos'. La O coronada que regó de bravura a lo que hoy conocemos como toro de lidia.
Con paso firme y decidido gracias a don Agustín Mendoza. Desde la atalaya de un cortijo depositario del misterio de la bravura. Depositada hoy día en la figura de Luis Guillermos López Olea.
Continuador de una dinastía que creó un toro único. Con unas particularidades que le hacen propio en su especie. Como puede apreciarse en este ejemplar típico de la divisa jerezana.
Hondura y pelo tostado propio de la sangre que legase 'Valeroso' Ejemplares que recortan su silueta en el cielo extremeño. Y muestran las particularidades que un día soñase Don Agustín.
El toro en la dehesa marca su territorio... Imponente cuatreño que muestra la particularidad de las astas que le han dado marchamo especial. Espectacular ejemplar reseñado para Las Ventas.
Que rasca su morrillo en el tocón de un milenario olivo, testigo del sueño de un visionario... A este imponente colorao seguro que le aplaudirán en Madrid. Porque su espectacularida está a prueba de cualquier duda...
Los pitones acapachados y amplios han sido siempre símbolo distintivo de la sangre condesa. Dos ejemplares de distintos cerrados buscándose a través de la centenaria pared de piedra. El ojo de la puerta nos adentra en el símbolo de lo bravo.
Bravura que transmite un raceador como este bonito ejemplar. Y que engendran estas serias vacas. Que la pericia de Salvador Magallanes y sus hombres seleccionan para la cubrición.
Con objeto de seguir criando un ideal. Que tiene en Los Bolsicos... La historia de un hierro legendario sobre sus muros.