Peña T. Ambel Posada-Jornada de convivencia

Compartiendo ilusiones

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Actuantes y peñistas posan para el recuerdo. (FOTO: Verónica Delgado)
Actuantes y peñistas posan para el recuerdo. (FOTO: Verónica Delgado)

Un año más la Peña Taurina Santiago Ambel Posada se reúne en su tradicional jornada de convivencia para ver torear a su torero y pasar un agradable día de campo. (GALERÍA GRÁFICA EN EL INTERIOR)

 

Antonio Girol.-

Como cada año, la ‘Peña Taurina Santiago Ambel Posada’, organiza una jornada de convivencia entre sus socios y amigos. En esta ocasión el lugar elegido fue la Finca ‘La Cercada’, propiedad de Miguel Moreno Zapata, quién cedió sus instalaciones para  que el titular de la Peña estoquease un novillo que le regaló el citado ganadero, así como para el posterior almuerzo que degustaron los presentes.

Arrancó la jornada con la actuación de Santiago ante un novillo del hierro de ‘Marqués de Villalba de los Llanos’ que no permitió el lucimiento del torero. El astado, muy brusco en sus embestidas y con el defecto de no humillar en ningún momento, imposibilitó que los presentes pudieran degustar el toreo de trazo fino de Ambel Posada, que si bien no tuvo mimbres suficientes para hacer un cesto acorde a su tauromaquia, sí que dejó algunos naturales sueltos de bella factura; así como los remates tanto por bajo como por alto, con los que cerró las tandas de muletazos.

José Luis Marca quiso sumarse a la fiesta y regaló un astado de su divisa al menor de los Posada. Un bonito ejemplar jabonero, de embestidas deliciosas, ante el que Posada de Maravillas se encontró a gusto, relajado y con la cabeza muy despejada. La nobleza y el buen son del utrero permitieron al novillero poder desgranar naturales de gran lentitud y trazo largo. Enjaretó una faena de muñeca y cintura rota, de gran calado entre los presentes, evidenciando el excelente momento artístico en que se encuentra. Posada de Maravillas ante el astado de Marca. (FOTO:Verónica Delgado)

Tras las entrelazadas series de naturales y derechazos, el ganadero ordenó que se le perdonase la vida al novillo, dada la gran calidad de sus embestidas, las cuales a partir de ahora podrá legar en los descendientes que nazcan de su condición de nuevo semental de la ganadería.

Cerró la jornada matinal otro Ambel. En esta ocasión Javier. El torero de plata, de marcada personalidad como evidenció en el atuendo que usó para la ocasión, demostró que su ganada fama de excelente capotero es bien merecida por la forma en que meció los brazos a la verónica en el saludo que instrumentó al novillo de ‘Marqués de Villalba de los Llanos’ con el que fue obsequiado.  Dada su cualidad de hombre de plata pocas oportunidades se le van a ofrecer de poder dedicar una faena de muleta, por eso haciendo uso de la gorra de Marca brindó a su novia. Muy mayestático, con un corte muy amanoletado, Javier instrumentó varias series por ambos pitones antes de agarrar la espada.

Luego, tras las viandas y los postres, llegó la hora en que los aficionados presentes pusiesen en práctica sus dotes toreras, destacando especialmente Javier Arrobas, por lo variado de su repertorio con capote y muleta.

GALERÍA DE IMÁGENES. FOTOS: VERÓNICA DELGADO.

El primer novillo no tuvo ninguna clase en sus embestidas. Con la muleta estuvo perseverante ante un astado muy brusco. Que no humillaba y embestía a oleadas.
Le tocó todas las teclas a base de exponerle mucho. Y solo en los remates y en naturales sueltos pudo lucirse. Era la hora del menor de los hermanos que así se concentraba.
Este era otra clase de novillo... Que humillaba con clase y nobleza. Con el que Posada de Maravillas estuvo cumbre.
Enganchándole siempre muy largo... Y trayéndole imantado en los vuelos de su muleta. Demostrando que su crecimiento como torero va en alza.
Luego vendría el turno para Javier Ambel. Que quiso poner un toque de distinción a su actuación. Lo que nunca cambiará será su gusto manejando el percal.
Lances de cadencia suprema para recibir a su novillo. Brindó a su novia con la gorra de Marca. Con la muleta estuvo suelto y decidido.
Queriendo gustar siempre. Antonio Lavado picó a los tres novillos con la brillantez que le caracteriza. Numerosos amigos como El Juli, Marca o la familia Moreno, entre otros les acompañaron.
Rafael Mingarro, Presidente de la Peña, dirigiéndose a los presentes. Santiago escuchando las palabras del Presidente de su Peña. Juan Luis recibiendo un trofeo de manos del Presidente de la Peña de su hermano.