CABEZA LA VACA - Novillada de feria

Otra fiesta es posible

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Un año más los aficionados que asistieron al festejo de feria en la localidad cabezalavaqueña salieron hablando de toros y con la felicidad reflejada en sus rostros.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado novillos de Buenavista, bien presentados y de buen juego en general. El sexto fue premiado con la vuelta al ruedo.

ESPADAS:

– Tomás Campos (verde esperanza y oro) dos orejas y oreja.
– Posada de Maravillas (blanco y plata), oreja y dos orejas.
– Lama de Góngora ( espuma de mar y oro), dos orejas y dos orejas.

INCIDENCIAS: Prácticamente lleno en tarde de temperatura agradable.


Los tres toreros abandonando la plaza en hombros. (FOTO: Gallardo)

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OPINIÓN

El renacer más allá del triunfo

GALERÍA GRÁFICA
GALERÍA de CUADRILLAS
OTRAS IMÁGENES

Antonio Girol.-

Después de lo vivido el sábado en Cabeza la Vaca, algunos tendrán que replantearse esa consigna que repiten como un mantra de que no se pueden montar novilladas con caballos porque son ruinosas.  Al final como pasa en todo los órdenes de la vida el acierto o desacierto depende de los factores.  Y estos empiezan por una presentación impecable del ganado y continúa con ajustar a tres novilleros con ambiente. Esa fue siempre la fórmula y una vez más se ha demostrado que continúa tan válida como de costumbre.

Al centenario ruedo cabezalavaqueño acudieron aficionados venidos desde gran cantidad de poblaciones extremeñas y andaluzas que sumados a los de esta localidad hicieron posible que los tendidos presentasen un gran aspecto.

Abría plaza Tomás Campos, al que correspondió en primer lugar un novillo que de salida se frenó en el capote mostrando las credenciales que luego evidenciaría en la muleta. Bien puesto de kilos apretó en varas en los dos puyazos que recibió.

Comenzó el llerenense la faena por ayudados y continuó por naturales que no tuvieron la ligazón necesaria dado el molesto calamocheo que presentaba el animal que buscaba huir de la muleta y que el joven novillero supo contener perfectamente en los medios a base de dejarle siempre la tela en los ojos.  Epilogó por circulares invertidos que llegaron mucho  a los tendidos y mató de entera caída de efecto fulminante. A pesar del gran esfuerzo llevado a cabo, las dos orejas con que fue premiado se antojaron excesivas.

Tomás Campos dando un pase de pecho a su primero. (FOTO: Gallardo)

Al castaño que hizo cuarto lo recibió con verónicas genuflexas. Por chicuelinas al paso lo llevó a la jurisdicción del caballo de picar y con idénticos lances lo quitó tras el puyazo. Tras el tercio de banderillas dio comienzo a la faena de muleta sentado en el estribo, saliéndose posteriormente con mucho gusto hasta el centro del ruedo. Allí embarcó las embestidas del noble utrero consiguiendo primero hilvanar unas series con mucha ligazón por el lado derecho. Para luego dejar los mejores compases de su faena por el lado izquierdo en tandas de naturales, que incompresiblemente no recibieron el premio de la  música. Aunque quizás ello resultase mejor ya que toda la atención del respetable se centró en la lentitud con la que toreó Campos que acarició al natural la embestida franca y boyante de un animal que fue fuertemente ovacionado en el arrastre. Lástima que tuviese que usar el estoque de cruceta tras dejar una estocada delantera porque aquí sí que hubiese sido del todo justa esa segunda oreja que en esta ocasión no pudo pasear.

El triunfo de Posada de Maravillas en Pamplona había levantado gran ambiente en torno al novillero pacense que corroboró en las dos faenas que llevó a cabo.

En primer lugar le correspondió un novillo muy suave, aunque algo tardo, con el que no tuvo oportunidad de poder estirarse a la verónica.  Justo cuando el novillero se iba a los medios a brindar, el utrero se dio un tremendo golpe contra la contera del burladero del 2. Este contratiempo mermó al astado que regaló menos embestidas que sus hermanos. Le cogió pronto el aire el menor de los Posada por el izquierdo dejando series al natural de mucho empaque, dadas al ralentí. Pinchó en el primer intento para luego enterrar entero el estoque. Fue premiado con un apéndice y el novillo escucho palmas al paso del tiro de mulillas.

Natural sobre la yema de los dedos. (FOTO: Gallardo)

No pudo tampoco estirarse con el capote en el quinto. Sin embargo se desquitó con la muleta. Encajado. Rota la cintura. Con la barbilla enterrada en el pecho. De esta guisa fue enhebrando los naturales en series que fueron in crescendo conforme avanzaba la faena provocando roncos olés en las gradas hasta llegar al clímax en los dados en el final de la lidia que antecedieron a los ayudados por bajo con los que cerró al animal en el tercio. Mató de media en buen sitio y le fueron pedidas, y otorgadas, dos orejas que paseó con la misma sonrisa de la que hace gala en la cara del toro.

El aire que se respira en Cabeza la Vaca viene cargado de acento andaluz por su cercanía con la comunidad limítrofe. Así lo captó Lama de Góngora el día que acudió a la localidad pacense para presentar el cartel y se vio reflejado en la disposición y las ganas que evidenció el joven sevillano desde que se abriese de capote en su primero. Un novillo con mucho cuajo al que saludó con verónicas a pies juntos con ese aroma inconfundible a pescaíto frito de la calle Arfe. Empujó el de Buenavista en el caballo que montaba Chicharito hasta derribarlo de forma espectacular.  Probó Lama la embestida por medio de un ramillete de chicuelinas que evocaron tardes de agosto en La Alameda y decidió no volver a llevar al novillo a la jurisdicción del picador.

Se vino el astado arriba en banderillas y Lama lo trasteó de inicio con doblones de mucho mando pero dados con esa gracia especial de ese toreo del que es digno heredero. Si hay torero sevillano al que en esta tarde han honrado en su memoria sin duda ese ha sido a  Manolo González. Sobre todo con este tercero que además de exigente tenía muchas teclas que tocar y había que estar con él muy firme. Y lo ha estado. Especialmente por el lado derecho, ya que por el izquierdo complicaba más la compostura con un continuo calamocheo. Por el lado diestro le llevó siempre muy largo. Dando los toques precisos para que el animal que medía una barbaridad obedeciera a los cites. Mató de entera y recibió dos orejas como premio.

De rodilla en el tercio con una larga cambiada recibió al sexto para luego seguir toreando a la verónica intercalando chicuelinas en el saludo. Si su anterior había sido más complicado por e izquierdo, este sin embargo tuvo mejor pitón por ese lado pudiendo ver en cada uno de sus novillos una parte de su tauromaquia. En este caso por medio de series al natural dadas por debajo de la pala del pitón, exigiendo mucho al astado al ir siempre arrastrando la bamba de la muleta por el piso de la plaza. De tanta exigencia terminó por agotar al de Buenvista con lo que tuvo que optar por acortar la distancia y darse un arrimón que finalizó con un desplante muy aplaudido.

Natural de Lama de Góngora a su primero. (FOTO: Gallardo)

Antes de irse tras la espada epilogó con una tanda de naturales muy enfrontilados que abrochó con un majestuoso pase del desprecio.  Se tiró en lo alto y recetó la estocada de la tarde. Otros dos apéndices fueron a parar a sus manos que le fueron otorgadas tras la vuelta al ruedo que recibió el novillo más como premio al conjunto de la novillada que como premio individual.

Se ponía de esta forma punto y final a un festejo que ponía de manifiesto que aquello que se hace con criterio suele encontrar la recompensa de todos esos aficionados que reclaman variedad y apuestas por carteles que se salgan de la rutina.

OPINIÓN

El renacer más allá del triunfo

José Luis Venegas Regajo.-

No se puede hablar de la feria de Cabeza la Vaca 2013 sin hacer mención a la nueva imagen del patrón San Benito Abad, recién restaurado, y que ha sido mostrado a los vecinos de esta población pacense del sur de la provincia como un renacer en la imagen; pero al mismo tiempo un renacer es lo que se ha vivido también en esta feria en el ámbito taurino, con el festejo ofrecido, una novillada con picadores, en la que tres jóvenes han demostrado su valor en alza y, quizás lo más importante, que hay alternativas a las corridas con figuras en pueblos medianos y pequeños, como en este caso la expectación y la duda han sido correspondidas por la afición, que ha acudido a los tendidos.

No era para menos, puesto que los antecedentes de la terna y el recorrido de crecimiento en cada uno de ellos hacían presagiar una tarde memorable. Y así fue, en una armonía acompasada por el ganado, que hasta el propio nombre del hierro (Buenavista) se sumaba a las circunstancias cada vez que se abría el portón y crecía en intensidad la lidia.

La afición podrá quedarse con uno u otro destello taurino o particularidad de estos tres jóvenes, que intentan marcar su propia personalidad, aunque sin duda alguna con tardes así, más allá de los límites del triunfo, la ilusión por el arte que vives es lo que gana y con ello el rostro de la satisfacción por ser testigo de la nueva sabia que lleva a la alternativa.


GALERÍA GRÁFICA (GALLARDO)

La terna deseándose suerte.

Tomás Campos

Tomás Campos

Posada de Maravillas.

Posada de Maravillas.

Posada de Maravillas.

Lama de Góngora. Lama de Góngora. Lama de Góngora.
Lama de Góngora. Tomás Campos

Tomás Campos.

Tomás Campos Tomás Campos Tomás Campos
Tomás Campos Tomás Campos Tomás Campos
Posada de Maravillas. Posada de Maravillas. Posada de Maravillas.
Posada de Maravillas. Posada de Maravillas. Posada de Maravillas.

Posada de Maravillas.

Posada de Maravillas.

Posada de Maravillas.

Lama de Góngora.

Lama de Góngora.

Lama de Góngora.

Lama de Góngora.

Vuelta al sexto.

La terna a hombros.


GALERÍA DE CUADRILLAS (GALLARDO)

El primero arrancándose por segunda vez al caballo.

José Manuel Montoliú.

Manuel Izquierdo.
Antonio Torrado Palomo

Pepe Elbal

Chicharito

Chicharito por los suelos

Montoliú bregando

Manuel Larios

Juan C. 'El Bache'

Fernando González

OTRAS IMÁGENES (GALLARDO)

Jacinto Ortiz junto al empresario Pepe Cutiño Quinito, aficionado llegado de Valencia del Ventoso. Nacho Moreno de Terry y su guapa esposa.
La ganadera Clotilde Calvo viendo sus novillos. La abuela de Posada de Maravillas quiso estar con su nieto. Miguel y Dolores con sus hijos y un nuevo agregado
La compañera Sandra Carbonera José María Pérez junto a sus hijos M.Carmen y Josemari Llerena con sus toreros.
Mucha juventud en los tendidos ¿Cabeza la Vaca? No, de novillo Antonio Vázquez, Jesús Márquez, Manolo y David Bolsico

César Cadaval de Los Morancos

A grandes males, grandes remedios

Una mujer de bandera

Los ganaderos José María Marrón y Angel Muñoz

Posada de Maravillas brindando el quinto a Antonio Girol

Quique junto a Lola, Maribel y la pequeña Lolita.

Si usted desea comprar algunas de las fotografías de estas galerías no dude en ponerse en contacto con nuestro fotógrafo a través del mail gallardo@badajoztaurina.com