CERRO DE SAN ALBÍN

Recuerdos de antes de ayer

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«Hace 30 años nada menos, un 25 de julio de 1984, organizado por el Club Taurino Emeritense, se celebró una novillada sin caballos. Esa tarde se anunciaban en el Coso del ‘Cerro de San Albín’ – que este año cumple su centenario – cuatro ‘valientes novilleros’…»

Pedro García Macías.-

Hace 30 años nada menos, un 25 de julio de 1984, organizado por el Club Taurino Emeritense, se celebró una novillada sin caballos. Esa tarde se anunciaban en el Coso del ‘Cerro de San Albín’ – que este año cumple su centenario – cuatro ‘valientes novilleros’, el cacereño Emilio Rey los emeritenses Miguelín Murillo, Javier Moreno y Pedro Pablo Pérez ‘Pedro Mérida’, que se las vieron con cuatro hermosos novillos de la acreditada ganadería de D. Demetrio Lancho, de Badajoz.

Los tres alumnos emeritenses, aventajados de la Escuela del maestro Juan García ‘El Cañí’, el “señó Juan” para ellos. Al que hace unos días se rindió un merecido homenaje dentro de las Charlas Coloquio que se han venido celebrando en el Hotel Blue Bay Mérida Palace (en aquellos momentos Hotel Emperatriz), junto al padre de Javier, Antonio Moreno, en conmemoración de esa importante efeméride del centenario,

Foto de los tres novilleros emeritense, cortesía de Pedro García Macías

No, hoy no vamos a hablar de un día triste en Pastrana, un año antes del que hoy nos referimos, cuando se frustró un porvenir importante, un futuro lleno de esperanzas. Hoy vamos a decir cosillas de otro día de un torero, Javier Moreno, hijo de Antonio Moreno, a quien las circunstancias obligaron a retirarse antes de tiempo, que tuvo el privilegio, por merecimientos propios, de estar en la Escuela de Madrid con Joselito, Bote, Sevillita, Carretero y algunos más; y posteriormente en Mérida en la de Juan García ‘El Cañí’.

Vamos a traer a colación algunas de las cosas que de él se escribieron en prensa, ese periódico de referencia de una determinada etapa de este país como fue ‘Pueblo’, un 9 de septiembre de 1983 titulado “Viene otra generación”, en la que un chico llamado Molés escribía en su rincón “A cuerpo limpio”, otro como ‘Tiempo Libre’, un 10 de septiembre de 1985, el periódico de la tierra HOY en su edición del 27 de junio de 1984 y en la revista ‘Clarines de Feria’ del Club Taurino Emeritense de 1988…ahí van unos retazos, que dan fe de que la historia es como es, a veces caprichosa y no da a quien se lo merece lo que se merece :

Viene una nueva generación, tal vez distinta, por caminos diferentes, la mayoría de las escuelas taurinas y en la escuela hay de todo, aventajados y listos, con sus esperanzas, sus travesuras (…) Son todavía unos chiquillos y así hay que entenderlos, pero habrá que explicarles otras muchas cosas para hacer toreros y no torerillos (Pueblo, Luis Nieto)

Este emeritense de 20 años se empeña en ser torero (…) Los entendidos de la fiesta dicen de él que tiene maneras , que torea con regusto y con garbo, muchos afirman que Javier Moreno es un novillero poco vulgar, que hace un torero puro y bello” (Tiempo Libre, Manuel Delgado)

“La novillada salió buena, los novillos de Demetrio lancho iban bien, el mío era el más bonito por el color pero no era el mejor, fue el menos bueno de los cuatro, se quedaba corto y echaba las manos por delante, le hice una faena cortita, me estaba pidiendo la muerte, lo v y acerté (así se  expresaba Javier sobre su actuación ese 25 de julio de 1983 en el periódico Hoy)

“Hoy quiero recordar, la figura de un novillero emeritense, Francisco Javier Moreno que dejó la arena para convertirse en un buen aficionado por falta de espaldarazos sinceros (…)Sus primeras letras en este arte las aprende en la Escuela Taurina de Madrid, compartiendo camastro y carrillo con Joselito, “El Bote” t “El Fundi”, entre otros. La permanencia en esta universidad del campo y el riesgo  la costeó pegando carteles de los espectáculos  taurinos madrileños (…)Recuerdo sus buenos apuntes con la muleta, muy clásico en su estilo, sereno, valiente, lúcido (…)Las cualidades que tuvo vestido de luces es pareja a la realidad de Francisco Javier como persona, introvertido, atrayente, de pocas palabras pero atento a lo que por sus oídos penetre, desprendido y alejado de toda soberbia competitiva a la que tanto y tan mal se acostumbran algunos toreros. (Santiago Amorós, revista ‘Clarines de Feria’)

Al ‘hilo del pitón’ es bueno recordar esta etapa de la fiesta de los toros en Mérida con envidia respecto a la actual, en la que había chavales que querían ser toreros porque entre otras cosas había afición generada por sus mayores, escuelas taurinas como las del Club Taurino Emeritense y la de Juan García ‘El Cañí’ y también apoyo de las instituciones y por ello como no resaltar el intento que hace unos años se hizo desde una Asociación de Vecinos, la de San Albín me refiero, por intentar recuperar esa historia que sin soñar sucedió en nuestra capital de la autonomía ¡ Una Escuela Taurina!…Seguro que con voluntad es posible.

Amigo Javier, ¡torero!, mi brindis va por Ud. en esta efeméride importante