ZAFRA - Corrida de rejones

¡Marchando tres de rabo de toro! Oído cocina…

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Once orejas y tres rabos se reparten Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Andrés Romero en la plaza de toros de Zafra, de un buen encierro de astados de Fermín Bohórquez, que vió como se le daba la vuelta al ruedo al quinto de la tarde.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Fermín Bohórquez, desiguales de presentación. Anovillados 1º,2º,3º y 6º. Más cuajados 4º y 5º. Buenos para el rejoneo. El 1º ovacionado al arrastre. El 4º, escuchó palmas y el 5º fue premiado con vuelta al ruedo.

REJONEADORES:

– Pablo Hermoso de Mendoza, dos orejas y dos orejas y rabo.
– Diego Ventura, dos orejas y dos orejas y rabo.
– Andrés Romero, oreja y dos orejas y rabo.


INCIDENCIAS: Más de tres cuartos de aforo.Tarde de temperatura agradable.

El mayoral y los tres rejoneadores abandonan la plaza en hombros. (FOTO: Gallardo)

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Gallardo

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Gallardo

Antonio Girol.-

Eso de que el público de rejones es diferente y tiene su propia idiosincrasia es una verdad impepinable. Les da igual si los toros están bien presentados o por el contrario de toriles salen ejemplares anovillados. Si los rejones de castigo caen en una paletilla o si el famoso hoyo de las agujas en los astados de rejones está más próximo al rabo que al morrillo, a la vista de donde suelen buscar la muerte los rejoneadores.  Para ellos, lo importante es el espectáculo. Así a groso modo. Se emocionan ante cada aspaviento del caballero de turno, aplauden a rabiar siempre que el arpón quede en lo negro, el sitio es lo de menos; y luego flamean sus pañuelos para que desde el palco se despachen tantas raciones de rabo de toro como en las casetas del ferial.

Estoy seguro que la amplia mayoría de los que hoy han estado en Zafra se habrá vuelto locos de contentos a sus hogares al ver que se han paseado tres colas…, entiéndase de toros. Siento si al leer mi crónica se les revienta el globo. Pero permítanme que no esté de acuerdo cuando se regalen rabos a faenas rematadas con rejonazos traseros. Efectivos sí, pero colocados en mitad del espinazo. Así no. Así, señor Lucia, no se pueden conceder máximo trofeos por más que aprieten el público y los peones haciendo monadas desde el ruedo. Usted me perdone. Porque estoy seguro que en un festejo de lidia a pie no osaría darlos tras una estocada defectuosa, ¿verdad? Pues aquí, igual.

Dicho esto, quiero resaltar que me encanta la rivalidad que existe entre dos rejoneadores de la talla de Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura, y que ésta se extrapole al ruedo. Como hemos podido comprobar esta misma tarde. Curiosamente con los dos toros de más presencia. Los lidiados en cuarto y quinto lugar.

«…Siento si al leer mi crónica se les revienta el globo. Pero permítanme que no esté de acuerdo cuando se regalen rabos a faenas rematadas con rejonazos traseros…»


 

Pablo Hermoso de Mendoza había puntuado en el primero. Un ejemplar del grupo de los anovillados que ofreció un juego excepcional. De embestida acompasada y constante que permitió que el navarro a lomos de Chenel impartiese una cátedra de cómo templar a un toro desde la grupa de un caballo. Si con el anterior equino había usado el temple con Viriato hizo gala del valor, al dejarse llegar mucho al astado para clavar dos banderillas. Tras la oda de puro toreo a caballo llegaría el rejonazo en mitad del espinazo. El primero de los que se han aplaudido esta tarde como si se tratase de volapiés de Camino o ‘El Viti’ en sus mejores años. Quien sí mereció la ovación, y le fue tributada, fue ‘Retraido’ que de esa manera fue despedido cuando se lo llevaron al desolladero.

La faena del rabo vendría en el cuarto. Al que colocó un rejón defectuoso a lomos de Churumay. Eso dio igual a la vista del humo que salía de las manos del respetable. Colocó otro Pablo Hermoso, en esta ocasión en mejor sitio. En banderillas hizo toda la faena con Disparate. Con el que citó siempre en corto y con mucha pureza al estribo. Pidió permiso para clavar dos cortas más, en este caso a dos manos y montando a Pirata con el que dejaría otro rejonazo, también trasero.

Diego Ventura salió espoleado y se encontró a un astado al que había que llegarle mucho y sobarle para que se encelase con las cabalgaduras. Así lo entendió y ejecutó el de La Puebla con Sueño. Destacadísima fue la segunda banderilla que clavó a caballo parado, dejando llegar mucho al de Bohórquez.  Como la faena no terminaba de calar del todo tiró de Morante. Qué pena que tenga ese nombre un caballo con el que se falta de esa manera a los toros. Porque el equino con nombre de torerazo mordió al ejemplar murubeño como era de esperar y demandaba el público. Me niego a escribir la palabra aficionado. Mató, tras pinchazo hondo, de rejón trasero y caído. No fue impedimento para que pasease también dos orejas.

Su faena de rabo, como en el caso de Hermoso de Mendoza, también vendría en su segundo. Un toro que llevaba por nombre ‘Variado’ y fue premiado con vuelta al ruedo. Quiero pensar más como premio al conjunto que individual, ya que el primero de la tarde me mereció más el galardón. A este lo paró doblándose con Maletilla y le dejó dos rejones de castigo en lo alto.  Con Nazarí ejecutó un rejoneo pausado y templado, en el que cosió literalmente al toro a la grupa. Lo mismo llevó a cabo con Milagro. Y con Oro, que ejecuta perfectamente tanto el piaffe como el passage, cosechó los momentos más importantes de su labor premiada con los máximos trofeos.

Cuando uno compite con dos figuras de época es normal que se le vean más las costuras que si lo hace con toreros de su nivel. Eso mismo le ha pasado al onubense Andrés Romero. Al que ni por cuadra, sin ser esta mala, ni por experiencia se le puede exigir lo que a sus dos compañeros. Por eso me ha parecido también excesivo su premio de rabo en el sexto. Al que recibió a portagayola a lomos de Perseo, con la única defensa del marsellés para encelar la embestida de su antagonista.  Lo mejores compases de su faena vendrían con Cantú, su caballo estrella, con el que rejoneó a dos pistas y clavó banderillas en lo alto. Para las cortas hizo uso de Bambú. Y como no quería ser menos que sus compañeros también mató trasero para que así el presidente, a pesar de indicar primero un dos con sus dedos en alusión a las orejas, terminase igualando la balanza al otorgarle idéntico premio que a Hermoso y Ventura.

Fue el tercero igual de soso que el segundo, y como le ocurriese a su mentor Diego Ventura en el anterior, tuvo el onubense que esforzarse por intentar sacarle faena a base de poner todo de su parte. Especialmente con Guajiro, con el que quebró para colocar una gran banderilla. Tras las tres  cortas que dejó a lomos de Bambú, cambió de cabalgadura para matar desde Chamán de rejón en la paletilla después de un pinchazo hondo en primera instancia. En tarde de tanta generosidad es normal que fuese premiado con un trofeo.  Lo raro hubiese sido lo contrario.



GALERÍA GRÁFICA (GALLARDO)

Paseíllo de la segunda de la feria de Zafra

Pablo Hermoso de Mendoza

Pablo Hermoso de Mendoza

Pablo Hermoso de Mendoza

Pablo Hermoso de Mendoza

Pablo Hermoso de Mendoza

Pablo Hermoso de Mendoza Diego Ventura Diego Ventura
Diego Ventura Andrés Romero

Andrés Romero

Andrés Romero Andrés Romero Pablo Hermoso de Mendoza
Pablo Hermoso de Mendoza Diego Ventura Diego Ventura

Diego Ventura

Diego Ventura

Diego Ventura

Andrés Romero

Andrés Romero

Andrés Romero

Todos a hombros

OTRAS IMÁGENES (GALLARDO)

Valencianos al poder Leonardo Hernández. Mejor en el ruedo, ¿no creen? El número de los mordiscos
Los letrados Ruiz Tellez y Jurado Lena Cuando calienta el sol... Dos incondicionales de Diego Ventura pidiendo trofeos
Ole con ole, arsa y olé Ángel Luis, aficionado de la vecina Cala Ya lo decíamos ayer, sin Alberto no hay feria

Las familias Bote y Navarro Sánchez

Qué bonito es el amor

Rosa se llevó a sus sobrinos a los toros

Pablo Hermoso sacó al mayoral de Bohórquez a saludar

En las gafas pueden juzgar ustedes el aforo

La mujer de Diego Ventura

¡Qué azul te veo!

Vuelta al quinto de la tarde

La familia Ramos acompañados de amigos

Cutiño junto a Bohórquez y Paco Ojeda

Chicos y mayores con Andrés Romero