VILLANUEVA FRESNO - Novillada sin picadores

Una final de foto finish

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Así finaliza el IV Certamen del Patronato de Tauromaquia
Así finaliza el IV Certamen del Patronato de Tauromaquia

‘Calerito’ por estrecho margen consigue erigirse en vencedor del certamen de novilladas en clase práctica del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz en una novillada en la que imperó el nivel parejo de los tres novilleros ante un deslucido encierro de Torregrande

LA FICHA

NOVILLOS: Se han lidiado erales de Torregrande, justos de presentación y de juego desigual.
 
NOVILLEROS:
–  Antonio Grande (rosa y oro con cabos azabache), oreja y oreja.
Antonio Medina (azul noche y oro), oreja y oreja.

Juan Pedro Gª ‘Calerito’(grana y oro), oreja y vuelta al ruedo.

INCIDENCIAS: Final del Certamen de novilladas del Patronato de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz. Algo más de media entrada. Tarde muy calurosa. Resultó ganador ‘Calerito’ con 7,01 puntos. Segundo: Antonio Grande con 6,90 puntos. Tercero: Antonio Medina con 6,32 puntos
 

Grande (6,90 puntos) Calerito (7,01 puntos) y Medina (6,32 puntos)

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Gallardo

OTRAS IMÁGENES

Gallardo

 

Antonio Girol.-

A pesar del empeño que tanto el Patronato provincial de Tauromaquia como el ganadero José María Marrón pusieron en escoger una novillada acorde a la importancia del evento, no resultó la ideal para que los tres finalistas pudiesen expresar lo mejor de su tauromaquia. Novillos que mansearon y que en lugar de bravura desarrollaron genio.  Puede decirse que quinto y sexto resultaron los mejores, pero eso sería como decir que dos tuertos reinan en el país de los ciegos.

El salmantino Antonio Grande sorteó el peor lote con diferencia. Aun así, estuvo a un tris de proclamarse vencedor del certamen. Para quien firma esta crónica puede decirse que es ganador moral. Lo afirmo porque con sus dos novillos demostró saber resolver las dificultades que le plantearon sus antagonistas además de matarlos al menor número de intentos. Torear no es solo dar pases más o menos artísticos, sino que va más allá de eso. Consiste en resolver y saber adaptarse a las vicisitudes de la lidia. Y en eso, el joven novillero de Salamanca fue claro vencedor.

Con su primero, rajado desde que salió por chiqueros, se tuvo que inventar una faena en la soledad del tendido de sol más próximo a la puerta de cuadrillas. Soledad porque a excepción de un valiente que se pasó toda la tarde en la solanera no había nadie más en aquel lugar de la plaza. Allí quiso el novillo refugiarse en su cobarde huida y allí le enjaretó Grande esforzadas series en las que más que torear tenía que luchar para que el eral no se le fuese buscando la puerta por donde había salido al ruedo. El esfuerzo sumado a la voltereta que sufrió al entrar a matar le valieron la oreja que paseó.

El cuarto mostró las mismas querencias que sus hermanos anteriores e hizo que el tercio de banderillas resultase un tedio en el que hubo infinidad de capotazos a un novillo que se hizo amo y señor del ruedo. Tras el interminable capeo, optó Grande, con buen criterio ante la embestida rebrincada del animal, por doblarse con él para someterle.  Y ocurrió lo que ocurre siempre con los mansurrones, que se sintió podido y se rajó. Supo entender bien el joven novillero las dificultades que presentaba su antagonista que se quedaba en las zapatillas en la segunda embestida. A base de mando y temple consiguió resolver la ecuación. Epilogó por ajustadas benardinas que metieron el corazón de los espectadores en un puño.

Si algo no se le puede reprochar a Antonio Medina es raza e intensidad. Lo demostró al irse a portagayola en su primero. Otro mansito con genio que cuando tocaba la tela se descomponía por completo. Por desgracia para Medina se la tocó más de lo conveniente por lo que su labor no fue todo lo limpia que hoy día se pide incluso a los novilleros sin caballos que tienen que ser las faenas. Paseó una oreja concedida a su mucha voluntad por agradar ante un eral con muchas teclas que tocar para alguien con tan corta experiencia.

Con el quinto pudo desquitarse del mal sabor de boca anterior y enjaretó una faena que en algunas fases de la misma tuvo importancia por cómo templó la embestida de su antagonista por el pitón derecho. Largos, y profundos, resultaron también los naturales de la primera serie por el izquierdo. Buscó el de Zafra conectar más con los tendidos y continuó de rodillas para rápidamente tener que desistir en su intento al ser atropellado.  Su labor decreció en los instantes finales, pero en conjunto tuvo importancia y mérito y fue premiada con una nueva oreja

El sevillano Calerito se proclamó ganador del certamen a pesar de cortar menos trofeos que sus dos compañeros. Y no lo hizo porque en el sexto, el mejor del encierro, se atascó de mala manera con la espada hasta el punto de estar a un tris de quedarse compuesto y sin premio. Antes de su fallo con el acero dejó una grata impresión en una faena muy bien estructurada. En la que primó su capacidad para torear relajado y con gusto por ambos pitones, en especial por el izquierdo por donde enjaretó series de naturales de bella factura. Como bonito fue el saludo capotero que instrumentó bajo los acordes del himno a San Ginés de la Jara

Al tercero de lidia ordinaria le tuvo que administrar una dosis de toreo por bajo para restarle la brusquedad y el genio que, como sus hermanos, traía de serie. Pulseó con temple las embestidas logrando que el animal no le tocase la franela por el derecho. No consiguió lo mismo por el otro pitón, siendo incluso desarmado en una ocasión. Perseverante siguió porfiando por ese lado hasta lograr una serie muy aplaudida por los muchos partidarios que desplazó desde la provincia de Sevilla.

El jurado dictaminó que Calerito resultase ganador del Certamen por estrecho margen. Pronto, muy pronto, les tocará a los tres volverse a ver en eventos mayores. Lo de esta tarde no ha sido más que una batalla, la guerra es muy larga. Suerte para todos.


GALERÍA GRÁFICA (GALLARDO)

Los finalistas antes del paseíllo

Antonio Grande

Antonio Grande

Antonio Medina

Antonio Medina

Antonio Medina

Calerito Calerito Antonio Grande
Antonio Grande Antonio Grande

Antonio Grande

Antonio Grande Antonio Medina Antonio Medina
Antonio Medina Antonio Medina Calerito

Calerito

Calerito

Calerito

Calerito

Así finaliza el IV Certamen del Patronato de Tauromaquia


OTRAS IMÁGENES (GALLARDO)

Luis Reina, Antonio Medina y Lorenzo Molina Antonio Grande Antonio Medina
Calerito Cara al peligro No lo quiero ver tan negro

¡Qué primor de verano!

Tulio Salguero y su pareja en el tendido

Brindis de Calerito al maestro Luis Reina

La familia Medina

Que la Virgen de Fuente Clara te guíe en el camino

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