HIGUERA LA REAL - Novillada con picadores

Sueños y anhelos

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Curro Damián, David Bolsico y Juan Silva ‘Juanito’ se reparten ocho orejas de los novillos de Cayetano Muñoz, entre los que destacó el segundo, de nombre ‘Pajarito’, y salen en hombros del coso higuereño.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado novillos de Cayetano Muñoz, justos de presentación y buen juego a excepción del 4º y el 5º. El 2º, de nombre ‘Pajarito’: sensacional, ovacionado al arrastre al igual que el 3º
TOREROS:

Curro Damián (grana y oro), ovación con saludos y dos orejas.

– David Bolsico (burdeos y oro), dos orejas y oreja.
– Juan Silva ‘Juanito’ (blanco y oro), dos orejas y oreja.

INCIDENCIAS: Tarde de temperatura fresca que deparó en frío al hacerse la noche. Media plaza de aforo.

En el palco faltó sensibilidad con Pajarito, merecedor de vuelta al ruedo (FOTO:José Campos)

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José Campos

OTRAS IMÁGENES

José Campos

Antonio Girol.-

Curro Damián, si no me fallan las cuentas, no se vestía de luces para actuar en una plaza de toros desde el 29 de junio de 2014. Fecha en que lo hizo en Las Ventas. O lo que es lo mismo, dos años y casi tres meses después volvía hacerlo en Higuera la Real. Mucho tiempo para un torero que durante este periodo ha tenido que ‘matar el gusanillo’ en festejos populares donde se ha topado, en la mayoría de ocasiones, con toros y novillos de comportamiento bronco y difícil. Por eso, cuando nadie daba un duro por ver una faena en el cuarto, un utrero mansurrón que había hecho una pelea en varas propia a su condición desrazada, fue capaz de ir amasándolo hasta lograr meterlo en el canasto. Primero doblándose con él para terminar lo que no pudo hacer el picador. Y después, a base de tesón por el pitón izquierdo con series intermitentes de naturales. Para acabar dándolo todo en los pases de rodilla con los que demostró su fe en el triunfo que anhelaba desde el día en que se vio anunciado en el cartel. Y que logró, gracias a que el público supo reconocer su esfuerzo.

Con el jabonero que abrió plaza no terminó de estar a gusto. Unas veces porque el viento incomodaba a rachas; y otras, porque el animal le tocaba en exceso la muleta, le costó coger el pulso a la faena. Tras mojar la franela para que cogiese más cuerpo se asentó y de esa manera ligó una serie con la diestra que hizo sonar la música. Por el izquierdo también lo intentó, pero no hubo continuidad en las tandas.

David Bolsico se presentó ante sus paisanos como novillero con caballos. Seguro que por momentos recordó aquel frío día del pasado mes de marzo cuando debutó en Olivenza. Pero lo que también recordará, en este caso para bien, es el juego de Pajarito. Un precioso novillo negro corrido salpicado, herrado con el número 54, que tuvo clase, calidad, humillación por fuera colocando siempre la cara con ritmo, profundidad, entrega y nobleza. Cualidades de sobra para haber merecido, como poco, la vuelta al ruedo póstuma que el palco incomprensiblemente le negó. Un desatino.

Bolsico lo saludó por verónicas que fueron muy jaleadas por sus paisanos. Con el cartucho del pescao frito citó en los medios para comenzar el último tercio. Y en el primer natural ya se vio cómo de bueno iba a ser Pajarito. Se rebosó en los vuelos y permitió al novillero de Higuera que pudiese instrumentar naturales tan a ralentí como si estuviese toreando de salón. No se cansó Pajarito de embestir, una y otra vez por ambos pitones, permitiendo que su lidiador expresase su mejor tauromaquia. Era tan placentero torear aquel animal que incluso el joven novillero se pasó de faena. Normal teniendo delante tan maravilloso partenaire

Totalmente distinto al segundo de su lote. Un novillo complicado que ya en banderillas mostró su moneda y que en la primera embestida en el último tercio volteó feamente a Bolsico sin ocasionarle más daño que un tremendo tantarantán. Incómodo, soltando constantemente la cara, así fue el juego que dio en todo momento este quinto. Un astado con el que pasar un mal rato, tanto en la arena como en los tendidos. Y con el que David Bolsico mostró una gran disposición sabiéndose en muchas ocasiones cogido por la manera en que reponía el animal en cada embestida.

Juanito maneja el capote con la cadencia y ritmo adecuados para componer la figura y torear con los brazos acompañando con la cintura. Con eso se nace. Y él ha nacido con esa gracia especial para lancear a la verónica. Lo puso de manifiesto en sus dos novillos. Por eso también gusta de hacer quites variados o de llevar a sus antagonistas al caballo con galleos garbosos. Disfruta con el percal. Y se le nota.

A su primero le instrumentó una faena más larga de lo en él habitual. Faena que dio inicio con unos ayudados por alto en la misma boca de riego. Y que continuó con series con la diestra en las que templó muy bien la buena embestida del astado de Cayetano a fin de que no le tocase nunca la tela de la muleta. Los naturales resultaron largos y con la ligazón como denominador común. Para mi gusto en su labor sobraron los circulares en cercanías. No porque estuviesen mal instrumentados sino porque de ese modo alargó su actuación en demasía cuando él es torero que no necesita de excesivos pases para mostrar su tauromaquia. Abrochó la faena con una serie de benardinas que a la dificultad del ajuste se unió el peligro del viento que se levantó mientras las ejecutaba.

En el sexto sí vimos al Juanito que como un metrónomo es capaz de medir el tiempo justo y el compás adecuado que requiere la composición de la lidia. Tras salirse con gusto con el novillo hasta los medios, muy asentado de plantas allí le fue hilando las series en redondo con la figura relajada para después instrumentar tandas de naturales, largos y ligados, en una faena tan bien estructurada como bien ejecutada. En la que hubo un principio y un final con orden y criterio. Pero no todo es de color de rosa en el novillero luso, no termina de cogerle el aire a la espada. No significa que falle, sino que mata muy perpendicular con la consiguiente rémora que ello trae consigo de tardanza a la hora de doblar sus antagonistas. La consecuencia negativa de ello es que el público se enfría a la hora de pedir los trofeos. Y más en tardes como la de hoy, en la que la temperatura ha caído en picado después de hayamos vivido, hasta como quien dice ayer mismo, en las puertas del infierno.


GALERÍA GRÁFICA (JOSÉ CAMPOS)

Curro Damián

David Bolsico

Juanito

Curro Damián Curro Damián Curro Damián
Curro Damián Curro Damián Curro Damián
David Bolsico David Bolsico

David Bolsico

David Bolsico David Bolsico David Bolsico
Juanito Juanito Juanito
Juanito Juanito Juanito
La terna a hombros

OTRAS IMÁGENES (JOSÉ CAMPOS)

Sola ante el peligro Arregladitos de disanto ... o para una boda
Oye, que nosotros tenemos un palco Que estaba yo pensando... Más solo que el palo de la bandera

Guillermo Marín pendiente de noticias de Zafra

Maestro, cuidado con tocar Manolete en la vuelta que está el de Badajoz Taurina

Los padres de David Bolsico aplaudiendo a su hijo en la vuelta al ruedo

Curro Damián brindando a Joaquín Domínguez

La familia Muñoz Suero pendiente del juego de sus astados

David Bolsico brindando su primer novillo

Pajarito, un novillo de bandera

Juanito brindando a Luis Manuel Terrón

Momento de apuro para David Bolsico