JEREZ DE LOS C. - Novillada con picadores

Abanico de orejas para combatir el sofoco

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Emotivo minuto de silencio a la memoria del torero Víctor Barrio (FOTO:Marina Flores)
Emotivo minuto de silencio a la memoria del torero Víctor Barrio (FOTO:Marina Flores)

El rejoneador onubense Andrés Romero y los novilleros pacenses Emilio Martín y Fernando Flores se repartieron nueve orejas de astados de Arucci y Cayetano Muñoz en la novillada con picadores mixta de Jerez de los Caballeros

LA FICHA

NOVILLOS: Se han lidiado novillos de Arucci (1º y 4º) para rejones: serios, con mucho cuajo y mansurrones en conjunto. y cuatro novillos de Cayetano Muñoz para lidia a pie: bien presentados, rematados, nobles y repetidores, a excepción del 5º que resultó más bronco.
 
ACTUANTES:
–  Andrés Romero (rejoneador), oreja y dos orejas.
Emilio Martín (blanco y plata), ovación con saludos y dos orejas.

Fernando Flores (purísima y oro), dos orejas y dos orejas.

INCIDENCIAS: Algo menos de media entrada en tarde de calor sofocante. Se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria de Víctor Barrio.
 

Emotivo minuto de silencio a la memoria del torero Víctor Barrio (FOTO:Marina Flores)

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Marina Flores

OTRAS IMÁGENES

Marina Flores

 

José Antonio Domínguez.-

Con un calor sofocante se celebró la novillada que estaba programada para el pasado mes de mayo con motivo del Salón del Jamón Ibérico y tuvo que ser suspendida por la lluvia. Mucho trabajo tiene por delante el joven empresario jerezano, Manuel Martínez Cortés ‘Lolin’, para llevar de nuevo al público a la que es la plaza de toros de su ciudad natal, pero hay que decir en esta ocasión que por su parte no se escatimaron esfuerzos ni detalles para que el festejo contara con la categoría que se merece.

En cuanto al ganado nada que reprochar, novillada de excelente presentación – con algunos novillos con hechuras de toros -, terna con interés, precios muy económicos para cualquier bolsillo y detalles como entrega de un detallado programa de mano para todo el público asistente o que los astados lucieran las divisas que acreditaban su procedencia. A pesar de todo, la entrada fue bastante floja; se cubrió algo menos de la mitad del aforo.

Abría plaza el rejoneador onubense Andrés Romero que brindó su labor al cielo. Dos rejones en todo lo alto dejó Romero tras un inicio de faena laborioso ante un novillo abanto de salida que poco a poco fue metiendo en la canasta. El tercio de banderillas discurrió dentro de los cánones del toreo templado, citando de frente con los pechos del caballo y colocar varios garapullos al quiebro en todo lo alto. En el tramo final de su labor mucho tuvo que exponer el torero a caballo, llegando a salir muy apurado de los cites, ante un novillo que poco a poco terminó rajado en tablas. Tres banderillas cortas en todo lo alto, precedieron a un pinchazo arriba, rejonazo y un golpe de verduguillo que le valió la primera oreja de la tarde.

El cuarto fue un novillo-toro, abanto de salida al igual que su hermano de camada, y que durante toda la lidia su comportamiento fue el de un animal tardo, mansurrón y que embestía a oleadas. Tan solo un rejón en todo lo alto colocó Andrés Romero, cimentando su labor de nuevo en el toreo bueno y puro, teniendo que llegar muy de cerca a la cara del toro para pasar por momentos de mucho riesgo con el firme propósito de sacar agua de un pozo medio vacío. Faena laboriosa y muy trabajada ante un ejemplar muy parado, en la que demostró que tanto él como su cuadra están sobradamente preparados para afrontar con garantías retos de mayor nivel. Cogió tres cortas pero tuvo que desistir de colocar la tercera dado lo parado del toro. Mató de rejón algo caído y le premiaron con dos orejas.

La lidia a pie comenzó con el intento de lucimiento de Emilio Martín, lanceando a la verónica. Tras un puyazo y un tercio de banderillas sin brillantez, inició su trasteo brindando al cielo en recuerdo del malogrado Víctor Barrio. El prólogo de su faena consistió en varios muletazos con la pierna genuflexa de bella composición, para rematar con el de pecho. Por el pitón izquierdo llegaron varias tandas llenas de gusto, temple y empaque en las que se gustó el torero. No menos buenas fueron las que cosechó por el otro pitón, siendo estas más poderosas y mandonas, consiguiendo enjaretar dos buenas series de circulares. Lo que todo iba para triunfo gordo, quedó reducido a ovación que recogió en el tercio, debido al mal uso de los aceros ya que tras estocada delantera y escuchar el primer aviso, le siguieron varios pinchazos, estocada que hace guardia y justo en el segundo golpe con el verduguillo, sonaba el segundo aviso. Palmas en el arrastre para el novillo y lo dicho, se cambiaron dos posibles orejas por una fuerte ovación para Emilio.

El quinto era un toro con edad de novillo, al que Emilio Martín le recetó cuatro muy buenos y cadenciosos lances a la verónica, rematando el recibo capotero con una media soltando de una mano. Sin picar dejaron al novillo motivo que acrecentó los problemas que guardaba la embestida del animal. Firme y voluntarioso, intentó lucirse en su labor muleteril pero en contados pasajes lo pudo conseguir ya que fueron muchos los enganchones que se producían ante un astado que calamocheaba y soltaba derrotes al final de los muletazos. En esta ocasión agarró una estocada y  dos orejas fueron a parar a su esportón tras la petición insistente del respetable que no olvidó lo mucho y bueno de su primera faena.

Fernando Flores recibía a su primer y buen oponente con seis brillantes lances a la verónica, para rematar con una media. Bien por Álvaro Marrón a la hora de preparar y ejecutar la suerte de varas, ¡qué bonita cuando se ejecuta con arte!. Tras el puyazo, bonito quite por chicuelinas rematado con una larga. Dos buenos pares de Manuel Larios y Antonio Vázquez fueron la antesala al brindis al público del torero de Salvatierra de los Barros, que comenzó su faena con dos ayudados por alto, tres magníficos derechazos para rematar su primera tanda con un profundo pase de pecho. Arrancó la música con los acordes del popular pasodoble Nerva. Muy buenas series con la diestra, mandonas, templadas y poderosas. Bajó en nivel la faena por el pitón izquierdo, para de nuevo echarse la pañosa a la diestra y retomar el nivel con varios molinetes y rematar con el de pecho. El epílogo de la faena lo compusieron dos ayudados por alto, para rematar el trasteo de estocada y escuchar un aviso. Dos orejas fueron a su esportón y una ovación premió el buen juego del novillo.

Otras dos orejas paseó Flores del último novillo de la tarde, lo que le convertía en el triunfador del festejo. A este lo recibió lanceando a la verónica y su trasteo de muleta lo comenzaba llevando la embestida del novillo de manera muy templada componiendo la figura con la pierna genuflexa. Faena inteligente, dando los terrenos y distancia que necesitaba el animal. Las mejores tandas llegaron toreando al natural por el pitón izquierdo, llevando al novillo muy cosido a la muleta con pases de un largo metraje, templados y pintureros. Escuchó un aviso antes de entrar a matar, finalizando su actuación tras pinchazo arriba y un descabello.

Al final la terna se ganó el derecho a salir por la Puerta Grande, pero en esta ocasión lo hicieron a pie en memoria  y respeto del compañero Víctor Barrio que dejó su vida en un ruedo, y es que en el toreo no hay teatro que valga, el hombre se juega su vida.



GALERÍA GRÁFICA (MARINA FLORES)

Andrés Romero

Emilio Martín

Fernando Flores

Fernando Flores

Emilio Martín

Respetuoso minuto de silencio

Andrés Romero Andrés Romero Andrés Romero
Andrés Romero Andrés Romero Emilio Martín
Emilio Martín Emilio Martín

Emilio Martín

Fernando Flores Fernando Flores Fernando Flores
Fernando Flores Los toreros abandonan la plaza a pie por respeto

OTRAS IMÁGENES (MARINA FLORES)

Antonio Muñoz siguiendo el juego de los novillos de su casa El novillero Jesús Díez Fernando Flores compartiendo confidencias
Hoy tocaba ser primero; otros días, tercero Manuel Larios Antonio Vázquez

Contra el calor, lo mejor...

...agua fresca del botijo

Ojalá hubiese más aficionados como Aurelio

El picador pacense Álvaro Marrón